Llega el momento de la renovación. El Mercedes-Maybach Pullman, el modelo más lujoso del fabricante alemán, se actualiza para adoptar las nuevas líneas del Mercedes-Benz Clase S y, sobre todo, para llevar a nuevas cotas los niveles de acabado, lujo y exclusividad que se pueden disfrutar en el interior de un vehículo. Por algo ha sido el coche elegido desde hace años por jefes de estado, casas reales de medio mundo y magnates de las finanzas.
El modelo, de tipo limusina, mide 6,5 metros, un espacio que se nota muy especialmente en las plazas traseras. Cuenta con cuatro asientos enfrentados, en posición 2+2, tras una pantalla que los separa del puesto de conducción.
La carrocería se engalana para la ocasión con una nueva paleta de colores exclusivos a los que se suman diversos acabados bitono. También tenemos una calandra frontal que toma su forma de la raya diplomática de un traje… y que, además, se ha tomado directamente del Mercedes-Maybch 6 concept, como muchos otros elementos que jalonan su diseño. Además, las llantas son de 20 pulgadas y tienen un dibujo único para este modelo.
Sin embargo, el Mercedes-Maybach Pullman será deseado por su interior y, más concretamente, por sus plazas traseras. Sí, este es uno de esos coches que, aunque cuenta con una portentosa mecánica, uno preferirá no conducir.
Un peldaño por debajo queda el Mercedes-Maybach Clase S
Su interior es personalizable, aunque cuenta con un importante equipamiento de serie, comenzando por el color que lo decora, que puede ser gris magma, marrón caoba o una combinación de colores formada por beige seda y azul del mar profundo.
Cuenta con cuatro asientos traseros, dos en sentido contrario a la marcha. Y, a los materiales empleados para aumentar la sensación de lujo, se suman novedosos elementos, como la pantalla que separa el espacio de atrás con el puesto de conducción o una pantalla que con la que se divisa el tráfico gracias a una cámara situada en el frontal.
De la sonoridad se encarga un sistema de sonido denominado ‘2 cabin sound’, capaz de separar la música que se escuche en las plazas delanteras y las traseras.
Bajo el capó se ha instalado un motor de gasolina que está a la altura de las circunstancias, un V12 biturbo de 6,0 litros capaz de entregar 630 CV, que realiza el 0 a 100 km/h en solo 6,5 segundos y que tiene un consumo homologado (como si esto fuera una preocupación para su propietario) de 14,6 l/100 km.
Por el momento no se sabe la fecha de comercialización ni el precio definitivo de este modelo, aunque desde la marca ya avanzan que su coste rondará el medio millón de euros.