Texto: Karam El Shenawy Pérez
Como si del anuncio de la Coca-Cola se tratara, el Mercedes-Benz Clase E ofrece un modelo para cada tipo de cliente. Hasta el momento, tres eran las carrocerías a elegir, la tradicional berlina, el familiar “Estate” y el todocamino “All Terrain”. Ahora, se suma un cuarto integrante, que se convertirá en la opción ideal para todos aquellos que todavía quieren tener un coche elegante y con presencia, pero añadiendo un toque deportivo a la mezcla.
Como es obvio, el Mercedes Clase E Coupé se posiciona justo entre ambos gracias a los 4,83 metros de longitud, 1,86 de anchura y 1,43 de altura, que ostenta. Cotas que le sitúan, evidentemente, por debajo de la berlina, pero que suponen un notable incremento frente a su predecesor. En concreto, estamos hablando de un crecimiento de 12,3 centímetros a lo largo, 7,4 a lo ancho y 3,2 a lo alto. Una ganancia que, como decimos, viene acompañada de una estética imponente a la par que bella.
Si nos adentramos en el habitáculo, esta carrocería cupé cumple con los estándares de calidad que se le presuponen. El puesto de conducción es idéntico al que ya ofrece la berlina, con la salvedad de incorporar unas nuevas tomas de aire que simulan una turbina. Por lo demás, todo es un calco, desde el ajuste y calidad de los materiales, hasta el confort de los asientos, destacando, cómo no, la doble pantalla digital, una para la instrumentación y otra para el sistema multimedia, cada una de 12,3 pulgadas que se unen bajo una misma estructura y que se complementa con un “Head-up Display” a color.
Ahora bien, lo verdaderamente importante de este modelo se centra en la segunda fila. Lo lógico sería pensar que dichas plazas fueran algo angostas y claustrofóbicas, pero Mercedes-Benz ha querido quitar el estigma de los cupés, con la típica configuración de 2+2, para dar paso a un verdadero cuatro plazas. Así es, las dos plazas traseras, individuales por cierto, son completamente aptas para que dos adultos de hasta 1,80 metros de estatura se acomoden sin problemas. El responsable, una distancia entre ejes de 2,87 metros, o lo que es lo mismo, 11,3 centímetros más que su antecesor.
En la práctica, esto se traduce con un hueco para las piernas excelente y con una distancia al techo óptima siempre y cuando no sobrepasemos la estatura antes mencionada. Más allá, el ocupante no podrá viajar completamente erguido. Otro hecho importante es el del acceso. Todo lo amplio que resulta la zona trasera, se pierde en el acceso a la misma. Aunque las butacas delanteras se adelantan automáticamente, el hueco resultante es estrecho y nos obliga a tener que contorsionar en exceso el tronco para entrar.
El maletero, por su parte, sorprende por sus formas cuadradas y su gran hueco. Cifra 425 litros, que es una capacidad sobresaliente, aunque sorprende que frente a su predecesor, la cifra se haya reducido en 25 litros.
Dinámicamente, el Mercedes Clase E Coupé se beneficia de toda la tecnología implantada en la última generación de la berlina. Es decir, que además de tener de serie una suspensión deportiva de muelles helicoidales, “DIRECT CONTROL Sport”, que rebaja la altura de la carrocería en 15 milímetros, opcionalmente, se puede elegir entre una adaptativa “DYNAMIC BODY CONTROL” y otra neumática “AIR BODY CONTROL”, que actúa en combinación con el control dinámico de la conducción “DYNAMIC SELECT” permitiéndonos elegir entre cinco programas diferentes –“Confort”, “ECO”, “Sport”, “Sport +” e “Individual”, en función del asfalto o de las condiciones.
Durante la toma de contacto realizada por las carreteras de Barcelona y alrededores, pudimos probar los tres propulsores. La respuesta tanto en el E 220 d como en el E 300 es idéntica a la de la berlina, aunque el extra de peso frente a este –entre 30 y 55 kilos en función de la versión- provoca que, en la arrancada, sea algo más perezosa. Se tornan como las opciones ideales para circular tranquilamente, aunque el empuje del E 300 sorprende gratamente, incitándonos a “apretarle” un poco más. Por su parte, el E 400 4MATIC Coupé se desmarca como la opción ideal para aquellos que buscan prestaciones sin necesidad de tener que recurrir a las siglas “AMG”.
Cierto es que este último ofrece un peso de nada menos que 1.845 kilos, pero la excelente labor del chasis, nos brinda una conducción aplomada y muy directa. Solo en enlazadas consecutivas, el tacto de la dirección se vuelve muy pesada, siendo verdaderamente complicado meterle en la trazada. Un hecho que nos “chirrió” bastante, fue el funcionamiento de la caja de cambios automática con convertidor de par “9G-TRONIC”, de nueve relaciones, una vez seleccionamos el modo más deportivo “Sport +”. Tanto en las aceleraciones como en las reducciones, mostró una notable brusquedad, reduciendo la sensación de seguridad.
Además de los acabados “AVANTGARDE” y “AMG Line”, la nueva Clase E Coupé estará disponible, temporalmente, con otro nivel más denominado “Edition 1”, que ofrece un completo paquete de opciones valoradas en 15.077 €. Con todo, la cuarta carrocería del modelo germano llegará al mercado a principios de abril y lo hará con un precio de venta que parte de los 53.700 € para el diésel y se sitúa en los 58.500 € para el E 300 y en 74.900 € para el E 400 4MATIC.