El último concept de la firma alemana rinde homenaje a los prototipos de mediados de los 60 para presentarnos la hoja de ruta de los próximos modelos.
La historia de Mercedes-Benz es digna tanto de mención como de estudio. En sus casi 100 años de historia (se fundó en 1926) la firma de Stuttgart ha llenado páginas y páginas con modelos icónicos. Muchos de ellos han surgido, lógicamente, de prototipos como el que acaba de mostrarnos y que tiene el nombre de Vision One Eleven. Un modelo conceptual que, en este caso, combina lo mejor tanto del pasado como del futuro porque si lo observas con detenimiento seguramente veas reminiscencias de los concept C111 que la firma expuso en las décadas de los 60 y 70.
¿Cómo percibirlo? Muy sencillo, en el color naranja elegido o en la apertura de alas de gaviota de las puertas. Elementos que combina con soluciones de nueva factura que previsiblemente iremos viendo en los años venideros como son una mayor realidad aumentada, unas mecánicas eléctricas de flujo axial más livianas o un diseño completamente revolucionario.
Es precisamente este último apartado en el que nos detenemos un momento porque el Vision One Eleven no esconde su alma conceptual. A destacar el morro bajo y ensanchado, como una boca de pato que integra una pantalla de LED tras la rejilla en la que se proyectará información y que tiene espacio igualmente para los grupos ópticos redondeados, mientras que el capó cuenta con una toma de aire doble en el centro que se conectan que combina tanto el parabrisas como la cúpula, en un elemento similar al del Porsche Mission X Concept, pero algo más afilado y extendiéndose hasta la zona trasera.
Una zaga que en diseño es prácticamente simétrica de la delantera y aunque la forma del difusor es mucho más agresiva y fluida que el splitter frontal. La guinda, un enorme alerón retráctil, retroiluminado en azul que previsiblemente generará mayor carga aerodinámica o las descomunales llantas de las que no hay información relativa a su tamaño, no como con la altura total del conjunto que según la marca es de tan solo 1,17 metros.
Eléctrico y más ligero
En el interior el Vision One Eleven sí que se decanta por un modelo de corte futurista coj un salpicadero sin botonera física y presidido por una enorme pantalla LED similar a la que hemos visto en el exterior que provee toda la información necesaria. El volante tiene un tamaño reducido y forma rectangular del que sale un pequeño monitor con información. Para entrar en un nuevo mundo de sensaciones, Mercedes-Benz propone los Magic Leap 2, es decir, unas gafas de realidad aumentada que convierte el interior en una interfaz general e incluso permite ver a través de los pilares A.
Por último, los asientos hacen que los dos ocupantes vayan en una posición con las piernas estiradas hacia adelante y por detrás solo hay un hueco para encajar el juego de maletas que iría a juego con el vehículo. Sin datos relativos al tren motriz es evidente que hablamos de un modelo 100% eléctrico pero que evoluciona dicho concepto pues como decíamos al comienzo equipa motores de flujo axial que han sido desarrollados por Yasa, una empresa propiedad de Mercedes-Benz. Su principal característica es que ofrecen el mismo rendimiento que los actuales siendo tres veces más liviano y ocupando por tanto un tamaño mucho menor. Con las baterías ocurre algo similar pues según Mercedes-Benz, el One Eleven Concept emplea celdas cilíndricas con un sistema de refrigeración líquida de alto rendimiento.