Con el Mercedes-Benz SLC Final Edition llega el adiós de un coche que cambió la compañía allá por el año 1996 cuando se lanzó por primera vez al mercado. Aunque entonces lo hizo como Mercedes-Benz SLK. Este cupé cabrio que se presentó con un atrevido tono amarillo, fue uno de los vehículos que puso de moda la utilización de una capota rígida que se escamoteaba sola en el maletero, fue el que situó a la marca de la estrella en el radar de nuevos públicos y el que inició la senda de la rebaja de la edad media de los compradores de la compañía.
Se despide con una edición especial que llegará al mercado en verano. Aunque en abril ya se admitirán los primeros pedidos. Y lo hace con tres versiones: Mercedes-Benz SLC 200 Final Edition, Mercedes-Benz SLC 300 Final Edition y Mercedes-AMG SLC 43 Final Edition.
Por el momento no se han dado a conocer los precios ni las mecánicas asignadas a cada denominación de modelo. Todos lucirán un emblema especial con acabado en plata que designará esta última edición del modelo.
Los diseñadores de Mercedes-Benz han creado una edición final con una estética muy del estilo AMG. Los colores elegidos para la ocasión son negro estándar, negro obsidiana, gris selenita, amarillo sol, blanco polar o blanco diamante bright.
En cuanto a las novedades de su estética se pueden apreciar principalmente en unos paragolpes deportivos, un tren de rodaje rebajado en 10 mm (que se puede eliminar si el cliente así lo desea), un sistema de frenos de mayor tamaño, unas pinzas con el logo de la marca y unas llantas de 18 pulgadas. Además, dependiendo del color de su carrocería algunos detalles serán en negro.
En el habitáculo los asientos son de tipo baquet con calefacción en los asientos, mientras que se ha elegido un color bitono en negro y gris, quizás algo serio para los colores con los que está promocionando este Mercedes-Benz SLC Final Edition, aunque sí le darán un toque de distinción.
El Mercedes-Benz SLK nació en los estudios de diseño de Turín y París en 1994. Se presentó en el Salón del Automóvil de París de 1996 y se lanzó al mercado poco después. Mucho llamó la atención por sus formas juveniles y atrevidas en una marca que acostumbraba a realizar modelos familiares y ostentosos.
Pronto se convirtió en objeto de deseo del público más joven que posteriormente se haría fiel a la marca con una nueva gama de vehículos pensada para un público más joven como el Mercedes-Benz Clase A.
La primera revisión de su estética fue en el año 2000. Y en 2004 llegaría la segunda generación. Fue en 2016 cuando cambió su denominación por Mercedes-Benz SLC, cinco años después del lanzamiento de la tercera entrega, la que ha prevalecido hasta ahora.
El cambio de nombre llegó por la intención de la compañía de asimilar este vehículo a la familia del Mercedes-Benz Clase C, convirtiéndolo en un intento de Clase C Cabrio biplaza pues ya existía un Clase C Cabrio de cuatro plazas.
Ahora llega el Mercedes-Benz SLC Final Edition, que supone la despedida de esta generación. Aunque podría ser un hasta luego. Quedamos a la espera de que se confirme la llegada de una cuarta generación que dé continuidad a la saga.