En el Salón de Fráncfort hemos visto el primer modelo preserie del nuevo Mercedes-Benz GLC F-Cell, un nuevo concepto de modelo híbrido, pues combina un motor eléctrico alimentado con pila de combustible con batería de ión litio como fuente alternativa de energía.
Se encuentra en una fase muy avanzada de su proceso de desarrollo y tiene previsto el inicio de su fabricación en el año 2019. Será el primero de una lista de diez modelos que la firma alemana tiene previsto lanzar antes de finales de 2022 según una nueva línea de vehículos denominada EQ.
Son muchas las voces que señalan a la pila de combustible como el siguiente paso de la industria automotriz en la búsqueda de la movilidad alternativa. Y, aunque en España apenas disponemos de surtidores, hay planes en Alemania (100 puntos de recarga a final de año y 400 antes de 2020) y otros países europeos así como EEUU y Japón para extender su presencia pues se espera que llegue antes de lo que pensamos.
El todocamino de tamaño medio de Mercedes-Benz dispone de una mecánica eléctrica de tecnología síncrona de 200 CV y 350 Nm que estará alimentada por dos depósitos de hidrógeno, que juntos pueden almacenar 4,4 kg de combustible y que se sitúan bajo el suelo del habitáculo, y de una batería que le surtirá de electricidad.
Según señalan desde la compañía, funcionando con hidrógeno tendría una autonomía de 437 km, mientras que las baterías de ión litio permitirían realizar 49 km, por lo que combinándolas se podrían recorrer más de 480 km. Y todo a una velocidad máxima de 160 km/h, que se ha limitado para una mayor eficiencia en los consumos. Aunque el conductor dispondrá de tres modos de conducción: Eco, Comfort y Sport, cada una variará parámetros como la entrega de potencia o la dirección.
Además, el motor dispone de cuatro opciones de funcionamiento buscando siempre la mayor eficiencia, o la mejor previsión del uso de sus fuentes de energía: Hybrid, el coche aprovecha las dos fuentes de energía aunque la electricidad solo actuará cuando se necesiten puntas de aceleración; F-Cell, el motor utiliza únicamente el hidrógeno; Battery, opera solo con la electricidad; y Charge, se utiliza el hidrógeno para alimentar el motor y recargar la batería.
Mercedes-Benz precisa que la batería solo necesitaría de una hora y media para recargarla mediante enchufe convencional mientras que los depósitos de hidrógeno se repostan en el mismo tiempo que lo hace un vehículo de gasolina, en apenas unos minutos.
Dentro del vehículo apenas se percibirán diferencias con un GLC de motor térmico, tan solo en un pequeño escalón en el maletero y que los asientos traseros estarán en una posición algo más alta que en el vehículo convencional por la presencia de los depósitos.
El Mercedes-Benz GLC F-Cell guarda importantes rasgos del modelo convencional, tanto en los sistemas de seguridad como en los que garantizan el confort de los ocupantes. De hecho, este modelo incorpora como novedad una pequeña pantalla táctil multifunción con reconocimiento de escritura natural que se sitúa en la parte baja de la consola central. Éste complementa la pantalla de 12,3 pulgadas que muestra el cuadro de instrumentos, y la de 10,25 pulgadas que coloniza el salpicadero.
El modelo estará equipado con un importante equipamiento de serie que discurre desde el asistente activo de distancia Distronic, el paquete de control de carril con avisador de ángulo muerto y detector activo de cambio de carril, hasta el paquete de ayuda para aparcar con cámara de 360º y el sistema Comand Online con indicador de velocidad límite.
En cuanto a la mecánica las principales novedades, más allá de la importe ausencia de los elementos que rodean al motor, se encuentra en la incorporación de muelles helicoidales en el eje delantero y una suspensión neumática con fuelles de una sola cámara en el eje trasero, así como una regulación automática de nivel, para variar la distancia al suelo.