Aún le queda un corto recorrido para convertirse al 100% en un modelo de producción. Pero incluso antes de haber nacido, el Mercedes-Benz GLB Concept está destinado a convertirse en todo un best seller dentro de la firma de la estrella.
Quien aún dude de que el mercado chino se ha convertido en el pilar central del sector del automóvil solo puede agarrarse a los 5,8 puntos de caída que registró el pasado año. Sin embargo, la realidad impresiona pues sus ventas el pasado año ascendieron a 22,35 millones de unidades.
Un dato jugoso para marcas que, desde siempre, han gozado del beneplácito de los conductores asiáticos como Mercedes-Benz.
Por eso, empieza a ser normal que la firma de la estrella se guarde alguno de sus lanzamientos para el Salón del Automóvil de Shanghái, lugar en el que, precisamente, ha desvelado este Mercedes-Benz Concept GLB que nosotros pudimos conocer antes incluso de la celebración del Salón de Ginebra.
Un modelo que tiene poco de prototipo y mucho de vehículo de producción. De hecho, solo ha de realizar un sencillo ejercicio visual y retirar de las imágenes todas las partes en negro brillante que adornan su carrocería.
Elementos como las viseras frontales en las que se integran dos faros LED auxiliares, las barras longitudinales de techo, un cofre portaequipajes en la parte central posterior, taloneras laterales o unos descomunales neumáticos BF Goodrich All-Terrain con tacos montados sobre llanta de 17 pulgadas específicos para rodar sobre terrenos completamente rotos.
Son detalles que los diseñadores alemanes han colocado para otorgarle ese aspecto robusto e imponente y que, al menos, esperamos que el modelo definitivo proponga como opción.
Bajo ellos, se percibe una carrocería de corte familiar, que se estira hasta los 4,63 metros de largo. Cota que teóricamente le sitúa entre los Mercedes-Benz GLA y Mercedes-Benz GLC aunque en realidad se encuentra a escasos 2,2 centímetros de este último. No en vano, el 1,89 metros de anchura que posee calca al de su hermano mayor.
Una silueta muy trabajada y en la que todos los diseñadores con los que pudimos hablar brevemente coinciden en que tiene mucho del Mercedes-Benz Clase G. Muchos de ellos dejaron caer el término “Baby G”, refiriéndose en inglés al padre de todos los SUV Mercedes-Benz.
Y a decir verdad, este Mercedes-Benz Concept GLB puede dar la impresión de ser un ‘mini G’, pero mucho más redondeado.
De puertas para dentro, sorprende, aunque a medias. Lo que más salta a la vista es el artesanal tapizado que entremezcla el cuero con la piel vuelta. Todo ello se presenta en un tono marrón ocre que, por suerte para el cliente con familia numerosa, solo está reservado para el showcar ya que los más pequeños podrían deteriorarlo con rapidez.
El resto de la fórmula, resulta familiar. Al estar desarrollado sobre la misma plataforma del Mercedes-Benz Clase B, hereda la gran mayoría de los comandos situados en el puesto de conducción, el cual se encuentra presidido por un volante de tamaño compacto con comandos táctiles capacitivos, un touchpad táctil en el túnel central y la doble pantalla de 10,25 pulgadas con la evolución del sistema MBUX que ahora es capaz de distinguir las órdenes de piloto y acompañante.
Solo la tonalidad castaña antes mencionada, el contraste de las costuras en naranja o la moldura en madera de nogal frente al copiloto, nos abstraen de estar observando el monovolumen compacto.
Algo similar ocurre con el espacio. Resulta curioso que con una distancia entre ejes 44 milímetros menor que la del Mercedes-Benz GLC, Mercedess-Benz haya decidido colocar una tercera fila de asientos compuesta por dos butacas individuales que, eso sí, son muy compactas. Tanto que, pese a no poder montarnos en ella al tratarse de un showcar, nos dieron la sensación de ser aptas únicamente para niños.
Al preguntárselo a los responsables de Mercedes-Benz, vino otra sorpresa. Son conscientes de ello. El hecho de haberlas equipado es, sencillamente para mantener el concepto de modularidad de la familia B.
Además, dado que la segunda fila puede desplazarse en 140 mm (90 hacia delante y 50 hacia atrás), están convencidos de que su uso será más habitual de lo que a simple vista pueda parecer.
Otro dato que demuestra que el Mercedes-Benz Concept GLB tiene poco de ejercicio de diseño y mucho de vehículo de producción, es su motorización. Aunque durante la presentación se pasó muy por encima, la realidad dicta que dispone de un motor gasolina turbo de 4 cilindros y 2,0 litros que desarrolla una potencia de 224 CV y un par máximo de 350 Nm, gestionados mediante la nueva transmisión automática 8G-DCT de doble embrague con ocho relaciones y por la siempre efectiva tracción total 4MATIC.
Cierto es que este bloque de fundición inyectada de aluminio cuenta con modificaciones como el tratamiento de los cilindros por bruñido cónico (Conicshape), segmentos optimizados en los pistones para reducir las pérdidas por fricción o el mando variable de las válvulas Camtronic, pero al final, el conductor se preguntará cómo será la gama de este todocamino con estética robusta e interior modulable.
Muy sencillo, todo apunta a que su futura gama estará compuesta por las conocidas opciones de combustión de la marca, con bloques de gasolina y diésel que irán desde los 130 a los 224 CV.
A estos solo falta por añadir opciones electrificadas, ya sea mediante hibridación enchufable o de manera independiente, por lo que entrarían a formar parte de la gama EQ.
Texto: Karam el Shenawy