El Mercedes-Benz Clase G, uno de los todoterreno más puros que hemos conocido, celebra este año su cuarenta aniversario. Su fama se debe a sus capacidades y su imagen sin apenas modificaciones desde su nacimiento.
Hace poco más de un año se estrenada la nueva generación del modelo que mantiene la estética. El icono alemán celebra la incorporación de sus versiones AMG hace 20 años. Para ello ha creado la versión especial “Stronger Than Time” con la que pone en valor su envejecimiento.
El modelo no altera sus medidas respecto a las opciones de serie, con 4,817 metros de largo, por 1,931 de ancho y 1,969 de alto; para la versión Mercedes-AMG G 63 será de 4,873 de longitud por 1,984 de anchura y 1,966 metros de altura.
Existen tres motorizaciones para los futuros propietarios de esta edición conmemorativa, pero todos ellos cuentan con elementos comunes que definen al modelo especial. Equipan llantas de 20 pulgadas de serie calzadas con neumáticos mixtos, que sirven como un compromiso entre la carretera y el campo.
También incorporan el kit estético AMG, con el que se consigue una imagen más dinámica. Para el Mercedes-AMG G 63 este kit se complementa con diferentes cromados de color oscuro y estriberas con detalles mate. Este puede equipar llantas de 22 pulgadas con un diseño específico. Además todos ellos equipan Stainless Steel Package y Night Package, que incorporan lunas tintadas, pilotos ahumados y otros detalles exteriores oscuros.
El habitáculo del Mercedes-Benz Clase G incorpora diferentes detalles, como la inscripción “G Stronger Than Time” en el asidero del copiloto. El paquete Exclusive Interior Plus que incorpora cuero en dos colores y otros detalles se suma a cuero Nappa ribeteado en dorado, molduras de aluminio cepillado y de madera natural.
Otros detalles son los pasos de puerta rematados en acero inoxidable, o la proyección del nombre de esta edición especial cada vez que abrimos una puerta. Por lo demás se mantiene la misma configuración con la doble pantalla en el salpicadero, una para la instrumentación y la segunda para el sistema de infoentretenimiento.
La motorizaciones por la que es posible optar con el Mercedes-Benz Clase G “Stronger Than Time” son tres, una diésel y dos de gasolina. Todas ellas asociadas a una caja de cambios automática de nueve relaciones accionada a través de un sistema de convertidor de par bloqueable. Este bloqueo disminuye el resbalamiento, logran aprovechar de una forma más eficaz la potencia generada por el motor.
La primera de estas será la motorización del Mercedes-Benz G 400 d, que incorpora un motor de seis cilindros en línea con un único turbocompresor de geometría variable. Este es capaz de proporcionar 330 CV y 700 Nm al conjunto.
Las de gasolina se corresponden con las versiones Mercedes-Benz G 500 y Mercedes-AMG G 63. Ambas utilizan un propulsor V8 de 4,0 litros de cilindrada y recubrimiento Nanoslide de la compañía germana, que permite disminuir el rozamiento entre las camisas del cilindro y los pistones.
El primero ‘cumple’ con 422 CV y 610 Nm de par; mientras que el segundo eleva la apuesta hasta los 585 CV y 850 Nm de par. Ambos hacen uso de las mismas tecnologías para disminuir su consumo de carburante y mejorar su rendimiento, con el uso de dos turbocompresores gemelos e intercoolers para disminuir la temperatura de los gases de admisión comprimidos.
El Mercedes-Benz Clase G no ha renunciado a ser un auténtico todoterreno. Uno de sus rasgos distintivos es mantener un chasis de largueros y travesaños independiente de la carrocería. La nueva generación hizo que llegase un eje con suspensiones independientes en el frontal y que desapareciese la dirección por redirección de bolas en favor de una cremallera, más directa y precisa.
El segundo eje sigue siendo rígido, como los de los camiones o el Ford Mustang de la generación precedente. Soluciones algo antiguas pero que aseguran la robustez del vehículo. Al mismo tiempo la adopción de esta combinación de ejes permite que se construya un vehículo más armonioso en su comportamiento. De este modo la nueva generación gana en su comportamiento por carretera y en pistas rápidas.
El Mercedes-Benz Clase G posee un sistema de tracción integral único en la marca. Este cuenta con tres bloqueos de diferencial para permitir que la distribución del par motor sea homogénea en cada una de las ruedas. El sistema adopta esta solución para maximizar las capacidades de tracción en entornos difíciles, ya sea nieve, barro o cuando se haya perdido la tracción de una rueda al no tocar el suelo.
El todoterreno fabricando el Graz, Austria, adopta una solución de diferencial central, lo que permite una transmisión permanente de la potencia en las cuatro ruedas. La distribución continua de la fuerza se realiza priorizando al eje trasero en un 60 % frente al 40 % del delantero, en caso de pérdidas de motricidad se envía mayor par al eje con mejor motricidad, si no está bloquedado el diferencial.