¿Quién dijo que los familiares son aburridos y que no dan juego, o que una familia no puede disfrutar de las sensaciones más deportivas? Mercedes-Benz tiene una estrategia de imprimir a sus modelos con maletero ampliado del mismo espíritu racing del que gozan sus turismos y berlinas, por lo que estos también pasan por el departamento AMG para explorar sus mejores prestaciones.
Tal es así el trabajo realizado que un Mercedes-AMG Estate E63 S ha logrado el mejor tiempo para un familiar en el circuito alemán de Nordschlelife, también conocido como Nurburgring, considerado el ‘infierno verde’ gracias a sus más de 20,6 kilómetros de curvas y peraltes irregulares. Fue capaz de parar el cronómetro en 7:45.19, mejor que un Jaguar XJ220 de 1992 (7:46.3), un Ferrari 599 GTB Fiorano de 2006 (7:47.0), un Ferrari F430 F1 de 2006 (7:55.0) o un Dodge Viper SRT-10 de 2005 (7:59.0).
Estos vehículos tienen un perfil muy peculiar, con el techo mucho más alargado y una caída más pronunciada casi al final de su perfil. Históricamente no han tenido demasiado éxito en nuestro país, de siguen han sido asociados a determinado gremios, pero lo cierto es que su rendimiento no dista demasiado de sus versiones sedán. De hecho, en la mayoría de los modelos apenas hay diferencias visuales cuando se contemplan de frente.
El modelo cuenta con tracción a las cuatro ruedas y es presumible que no tuviera conectadas buena parte de las ayudas a la tracción con las que cuenta. Sin embargo, su resultado es encomiable y está a la altura, sino los supera directamente, de buena parte de los mejores deportivos que por este siempre difícil circuito alemán han pasado. Basta decir un ejemplo, en la bajada en curva de Schwedenkreuz se registró una velocidad de 270 km/h.
Para quien tenga dudas, el nuevo récord se consiguió en las mayores condiciones de seguridad para el piloto. Y no, no había ningún niño en su interior, alojado en su sistema de retención infantil.