El Balance de Seguridad Vial 2015, presentado por Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior en funciones, mostró que hubo menos víctimas en las carreteras el año pasado. El número total de fallecidos se situó en 1.126 personas, seis menos que en 2014, pese a que aumentaron los desplazamientos, con 373,5 millones de trayectos de largo recorrido, catorce millones más que el año pasado. Esta cifra de siniestros es la menor desde el año 1960 y es el duodécimo año consecutivo de descensos.
Los que sí subieron fueron los accidentes mortales, con un total de mil dieciocho, un 3 por ciento más. Igualmente, los fallecidos en moto ascendieron a doscientos cincuenta y siete, sesenta más que en 2014. En el balance de la legislatura del PP, del 2011 al 2015, el número de víctimas bajó un 24 por ciento, desde los 1.484 a los 1.126 antes mencionados.
Según el RACC, si se desviasen los camiones de las carreteras convencionales a autopistas, habría ochenta muertos y doscientos quince heridos graves menos al año. Y ha recordado que “tras descensos continuados y muy significativos del número de víctimas mortales desde 2004, en los últimos tres años se ha producido un estancamiento evidente de las cifras de accidentalidad vial”.