Con la entrada en vigor del nuevo límite de velocidad a 90 km/h en todas las carreteras secundarias, han circulado por la web en los últimos días numerosos ‘memes’ y fotomontajes criticando, en muchos casos con certera ironía, esta nueva limitación. Una de ellas, la foto que abre este artículo, ha sido especialmente famosa e impactante. Pero es falsa. Y la propia DGT se ha visto obligada a desmentir su veracidad.
Lo ha hecho a través de Twitter, argumentando que la señalización actual no se corresponde con la mostrada en la foto. De hecho, basta con fijarse con detalle en los imperfectos bordes de la señal para confirmar que es un recorte realizado con un programa de edición de imágenes. Al ser preguntados por un redactor de El País, la propia DGT ha aclarado que la carretera (correspondiente a un tramo de la N-540, a la altura de Chantada, en Lugo) se reparó hace dos años, compartiendo imágenes del antes y el después del tramo.
Aluvión de críticas
El hilo del desmentido rápidamente se ha hecho mayor con las numerosas respuestas de los usuarios. La mayoría de críticas se centran en el hecho de que el firme de la carretera llegue a tal nivel de desgaste sin que nadie actúe. Baches y socavones hacían imposible un tráfico fluido en la zona, generando situaciones de gran peligro.
Otros usuarios de Twitter compartieron varias fotografías de otros tramos en mal estado. Precisamente, la carretera objeto del fotomontaje se incluyó en un lote de reformas de urgencia del Ministerio de Fomento el año pasado, según informó la Voz de Galicia. Los enormes desperfectos de la vía son tristemente famosos en la zona, siendo objeto de varias denuncias. La presión de vecinos, empresarios y alcaldes consiguió que, al menos, se parcheara el asfalto para evitar accidentes.
Nueva señalización
El nuevo límite de velocidad ya se ha impuesto en más de 7.000 km de carreteras secundarias. La nueva norma sólo afecta a carreteras convencionales de un carril por sentido y sin mediana de separación. La medida se ha aplicado con el objetivo de reducir la alta siniestralidad en este tipo de carreteras. También para adecuar las limitaciones a las existentes en el resto de países de la Unión Europea.
Durante el último mes, justo después de la publicación de la norma el 28 de diciembre, un buen número de operarios se ha encargado de sustituir las 2.719 señales de límite 100 km/h por las de 90 km/h. Un trabajo que ha costado al Estado 526.000 euros.