Aunque somos Clicacoches.com también nos gustan las motos. De vez en cuando nos ponemos nostálgicos y miramos al pasado buscando las que más y mejores sensaciones transmitían al manillar. Las de hoy día están bien… pero las motos old school no hay punto de comparación. Aquí mostramos lo mejor de una época sin igual.
La segunda generación de la primera Superbike moderna y una de las motos más influyentes de los 80s se ha convertido en uno de los clásicos más buscados y cotizados. En 1988 incluyó un nuevo motor de carrera corta con 112 CV, un peso de 195 kg, una estética aerodinámica más atractiva, llantas de 17 pulgadas, una horquilla actualizada a 43 mm, pinzas de freno delanteras de 4 pistones y sistema de admisión de aire Suzuki Condensed Air Intake.
Estamos ante una de las motocicletas más míticas y exclusivas del mundo, la SB4. Se presentó en el Salón de Bolonia en 1982 y de ella se fabricaron sólo 272 unidades hasta 1984. Equipa el motor de la Suzuki Katana 1100 (112 CV) con una potencia mejorada hasta rozar los 120 CV. Uno de los mejores propulsores del momento se encontraba acompañado por las mejoras de estabilidad, frenada y comportamiento deportivo que imprimía Bimota a sus monturas.
La Yamaha FZ 750 es una motocicleta deportiva producida entre 1985 y 1991. La Yamaha FZ750 fue una revolución en el mercado debido, sobre todo, a su motor de refrigeración líquida con la culata de 5 válvulas por cilindro, una disposición radial con los cilindros inclinados hacia delante y los carburadores colocados casi horizontalmente, de manera que los conductos de admisión llegaban rectos hasta las válvulas. El bloque contaba con una potencia de 100 CV para 749 cm3.
En la mitad de los 80s Suzuki sacó al mercado este modelo de dos tiempos derivado directamente de la competición Grand Prix de 500 cm3. La RGV Gamma fue producida por Suzuki en Japón entre 1985 y 1987. Su motor 2 tiempos cuadricilindrico de 498 cm3 con doble cigüeñal en paralelo, produce cerca de 95 CV a un régimen de 9.500 rpm con un peso de sólo 154 Kg y sistema de refrigeración líquida, con el radiador en el frente.
Pocas motocicletas hay tan míticas como la Honda RC30, que llegó al mercado a principios de los 90, con su característico doble faro delantero, el basculante monobrazo, colín monoplaza, decoración de tres colores de HRC y el efectivo motor V4 con 748 cm3, 112 CV y 236 kg. Una moto de competición con matrícula y sendas victorias en su palmarés como los 2 mundiales de Superbike (1988, 1989), tres de resistencia (1989, 1990, 1993) y tres de F1-TT (1988, 1989, 1990).
La Yamaha FZR fue un modelo que estuvo en producción desde 1987 hasta 1995. Ganadora de varios prestigiosos premios en el 89, su segunda generación fue la primera en llevar tecnología EXUP en sus credenciales. Una quinta válvula de escape mejoraba el comportamiento en la parte alta del tacómetro. Destacaban sus 2 faros frontales redondos y bizcos y su motor de 145 CV que era en esos momentos de lo máximo a lo que se podía aspirar en una deportiva.
La Kawasaki ZXR nació en 1989 (Stinger H1) y su fabricación se mantuvo hasta el año 1996. Su versión más conocida era la “telefónica” por el color verde predominante de su carrocería con un look rabiosamente radical y deportivo. Si algo la diferenciaba eran sus dos tubos metálicos anclados al depósito. Su motor entregaba una potencia máxima de 112,3 CV a 11.400 rpm.
En 1986 Ducati presentó la revolucionaria 750 Paso, en honor al fallecido piloto Renzo Pasolini. Un concepto inaugural en la fábrica italiana instalando un aerodinámico carenado integral de diseños muy perfilados. Equipa un motor de 4 tiempos de 750 cm3, bicilíndrico en «L», alimentada por un carburador Weber, lubricación de cárter húmedo es mediante un radiador de aceite y con 73 CV a 7.900 rpm.
En 1988, la 851 cm3 supuso el renacer de la marca de Bolonia a finales de los Ochenta. Es la primera Superbike italiana moderna de verdad. Con tecnología adelantada a sus coetáneas niponas, con inyección electrónica en vez de carburadores, bloque de dos cilindros en L (inclinados a 90⁰) con 109 CV a 10.000 rpm, refrigerado por agua, distribución desmodrómica de 4 válvulas por cilindro y chasis de diseño Trellis.
La Bimota DB1 es una motocicleta italiana adelantada a su tiempo. Cuyo chasis multitubular de acero taraba sólo seis kilos, equipada con un motor bicilíndrico en V de origen Ducati, instalado longitudinalmente con 70 CV a 6.500 rpm y un peso final de 160 kg. Equipada con primeros fabricantes firmando el equipamiento y su reducido tamaño más ligereza la convirtieron en una máquina ágil, eficaz y radicalmente deportiva.
A principios de los 80s esta montura llegó al mercado con una tecnología que dejó anticuadas a sus rivales nada más ponerse a la venta. Su apellido Ninja se hizo una estrella cuando Maverick en Top Gun se bajaba de una caza para subirse en ella. Equipaba un compacto bloque de cuatro cilindros y 16 válvulas con 115 CV en 908 cm3.
La K1 fue una motocicleta totalmente diferente diseñada por BMW para enfrentarse en segmento de las deportivas, dominado por las firmas japonesas. En 1982 se presentó en el Salón de Colonia la BMW K1, un modelo muy atlético equipado con carenado completo y un look distinto. Con 100 CV, sistema de inyección, culatas de cuatro válvulas por cilindro, ABS evolucionado y transmisión por cardan con tecnología Paralever.
La Yamaha RD 350 fue en su época una verdadera caza-gigantes, con un motor de 350 cm3 y 2 tiempos que rondaba los 60 CV para 140 kg. Con un carácter suficientemente deportivo como para batir a las deportivas de 4 tiempo coetáneas, mucho mayores en cilindrada y peso. Su ajustado precio la convirtió en una superventas de los 80.
La Honda CBR 1000F nació en 1987 como una Sport Touring deportiva. Su potente motor de cuatro cilindros, 16 válvulas y refrigerado por agua contaba con una potencia de 132 CV a 10.000 rpm. La CBR 1000 F equipaba el acabado aerodinámico Aero, con un carenado integral que cubría todo el motor y parte del chasis.