Tenemos nueva película en cartel de la saga Fast and Furious (A todo gas), aunque en esta ocasión Vin Diesel y el resto del elenco habitual dejan paso a Dwayne Johnson y Jason Statham para llevar los mandos de Fast & Furious: Presents: Hobbs & Shaws. Esta pareja, con enemistad previa, será la encargada de luchar contra el mal en lo que supone el inicio (más que posible) de una nueva saga paralela con estos dos protagonistas. Eso sí, de nuevo, el marco ambiental estará protagonizado por los coches, persecuciones y el tuning.
Hacemos un repaso a los 10 mejores coches de la saga Fast & Furious, donde podemos comprobar cómo el tuning más histriónico de las primeras entregas ha dejado paso a vehículos sutilmente modificados, más centrados en las prestaciones que en la imagen, y donde los vehículos japoneses han ido cediendo el protagonismo a modelos europeos y estadounidenses.Carlos Olmo
Comenzamos con el vehículo del enemigo del protagonista de la tercera entrega (Tokio drift). Este Nissan 350Z de Takashi ‘DK’ contaba con un kit estético y un motor afinado para lograr ganar cuantas carreras participara, especialmente las que se disputaban en parkings. Mucho tuvo que mejorar Sean, el estadounidense inadaptado que busca su sitio lejos de su hogar natal, frente a esta especie de Yakuza de las carreras clandestinas a los que quiere ganar. Para lograrlo tuvo que buscar un Ford Mustang (con motor Nissan) para plantar cara en una carretera de montaña. ¿El resultado? Toca ver la película.
Sí, debajo de estas vestiduras se encuentra uno de los modelos más buscados de la firma japonesa, para horror de los coleccionistas de coches clásicos (y youngtimers). Esta preparación, que realizó la compañía nipona VeilSide, también afectó a la mecánica logrando obtener 306 CV de su motor Wankel tras incorporar un turbo HKS y un escape de titanio. ¿Te gusta? Pues el preparador japonés preparó un kit de fibra de carbono para puertas, capó, aletas, parachoques y guardabarros para quien lo quisiera instalar en su modelo. Aunque a nuestro juicio es el más espectacular de los Mazda RX-7 aparecidos, unidades de este modelo aparecieron en las cuatro primeras entregas de la saga.
¿Qué hace un coche como tú en un lugar como este? La sexta entrega se trasladó a Londres para que Toretto y compañía lucharan junto al Servicio de Seguridad Diplomática contra Owen Shaw, un exmajor del ejército ruso con muy malas intenciones. Y, para trabajar en suelo europeo, especialmente por las intrincadas calles de la capital británica, se necesitan coches de la zona. Uno de los elegidos es un Ford Escort R1600 (en su variante de rallys), de primera generación, uno de los tracción trasera más espectaculares jamás fabricados y eso que montaba un motor de gasolina de 1,6 litros y 113 CV. Se emplearon varias unidades y todas terminaron en un desguace británico.
Nuevo caso de vehículo del que se han podido ver varias unidades. Sin embargo, nosotros nos quedamos con el que conducía Suki (Devon Aoki) en la segunda entrega de la saga con un acabado en rosa. Y es precisamente por esto por lo que la elegimos, porque demuestra que el mundo del tuning no es solo cosa de hombres, además que está decorado en un color rosa intenso muy llamativo decorado con aerosoles a lo que suma unas enormes llantas (de 18 pulgadas) y una sobrealimentación a base de nitrógeno. Eso sí, su protagonismo fue limitado pues solo participó en la primera carrera que se disputa y resultaba gravemente dañado al saltar sobre un puente. Los seguidores de la saga lo pueden ver en el Petersen Automotive Museum (Los Angeles, Estados Unidos).
Brian O’Conner, una vez asimila que ya ha dejado de ser policía, se hace con un Nissan Skyline GT-R R34 y comienza su andadura como corredor callejero. Y, por supuesto, lo modifica él mismo para sacar el máximo rendimiento. Son varios los Skyline que aparecen en las películas de Fast & Furious aunque este es el más simbólico y, seguramente, el más llamativo (que no el más bonito). No lo decimos por su motor Twin Turbo de 505 CV, tracción total y escape de titanio, sino porque contaba con unos neones en los bajos que mostraban el contorno del vehículo.
Volvemos a la sexta entrega enmarcada en Londres y nueva referencia a la industria local. Esta fue la película con la que muchos descubrieron una marca artesanal británica, Jensen y un Gran Turismo que engaña con una estética, a priori, algo simple. Este Jensen Interceptor, también pasó por el laboratorio de un preparador para pulir su imagen (Mopar) y su motor (de origen Chrysler) para aumentar su potencia hasta los 480 CV. Se prepararon un total de cinco unidades para la película.
Curiosa la historia de este modelo que fue creado para la quinta película pero que terminó saliendo en la sexta (sí, otra vez la que tiene Londres como escenario). Si en esta hace referencias varias a la industria británica también había que hacerlo a la estadounidense, de donde son los estudios que producen el film. Eso sí, para que apareciera en la película tuvieron que modificar uno de los aspectos más característicos del modelo y que más gusta entre los aficionados al motor. Tuvieron que rebajar la altura del alerón trasero para que tuviera consonancia con el resto de la carrocería. A los creadores de la saga les parecía exagerado un alerón tan enorme. Qué poca cultura automovilística.
¿Qué mejor manera de recuperar una vieja amistad (y poner fin a un viejo enfrentamiento)? Muchos creen que se trata de la evolución comercializada entre los años 2002 y 2003 sin embargo, según el ‘The Fast and the Furious: The Official Car Guide’, se trata del modelo de 2001, aunque debió ser modificado para contar con elementos del acabado GTS de 2003. Este cabrio luce un acabado en gris y violeta metálico, así como un enorme alerón trasero, llantas cromadas, vinilos que dan un estampado estrellado… y un equipo de seguimiento por GPS. Gajes del oficio, y de la película.
La última escena de la primera película no podía tener otro final. Este Toyota Supra IV preparado por O’Conner, con la ayuda de Jesse, sirve para continuar en el mundo de las carreras después de destrozar el Mitsubishi Eclipse con el que comienza a competir en el mundillo de las carreras (el coche con el que comienza la historia y que podría haber estado en este listado perfectamente). Cuenta con un motor Twin Turbo sobrealimentado con óxido nitroso y era capaz de batir a un Ferrari F355 pero, ¿y a Toretto?
Sin duda el gran protagonista de la saga. Cuenta con el amor incondicional de Toretto, lo mima, dedica sus ratos libres a ponerlo a punto, revisa cada parte de su motor modificado de 900 CV que sobresale por encima del capó. El motivo es que es el coche con el que murió su padre y no ha sido capaz de conducirlo. Lo ha intentado pero no ha podido. Solo cuando la necesidad apremia se pone al volante, aunque no es fácil de controlar. Debe ser el único Dodge Charger que se levanta sobre su eje trasero cuando se encabrita. En la escena final de la primera película comparte protagonismo con el Toyota Supra RZ, el número 2 de nuestro recuento, en una carrera de cuarto de milla. ¿Quién gana?