El McLaren P1 GTR, una versión pensada para su uso en circuito, es lo más radical del momento en la gama del fabricante británico. En el taller donde se fabrican se alojan hasta doce unidades del deportivo, todas ellas personalizadas al gusto de cada uno de sus clientes. El colorido y la cercanía con la competición queda más que patente.
Producido en una tirada muy limitada de sólo cuarenta unidades, el P1 GTR llega con 1.000 CV de potencia extraídos de la combinación de su motor de ocho cilindros, 3,8 litros y dos turbos, pero también de su motor eléctrico. Es el más rápido de los McLaren fabricados, teniendo en cuenta que también estrena una nueva aerodinámica y una reducción de peso de hasta cincuenta kilos.
Se ha ensanchado su figura para dar paso a unas vías más anchas y mayores llantas, todo ello pensando en un mejor paso por curva. La aerodinámica, que ha sido otro de los puntos más trabajados, contempla ahora un alerón fijo en la parte trasera que, junto a otros aditamentos aerodinámicos, aumenta la fuerza descendente hasta un 10 por ciento.
En este taller, donde podemos contemplar buena parte del total de la producción, se aloja una gran cantidad de unidades personalizadas. Hay decoraciones de todo tipo, desde una especie de camuflaje en color azul realizado con la forma de algunos de los circuitos más conocidos del planeta, hasta decoraciones más simples como el naranja y el negro.
Hay otras decoraciones inspiradas en la competición, como el clásico gris y negro que decora muchos de los vehículos de competición del fabricante, u otras tramas de color que se inspiran en conocidos patrocinadores que han poblado a lo largo de la historia las carrocerías de los McLaren.
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