El Mazda3 se sitúa como un compacto de gran atractivo para quienes buscan algo diferente a los habituales en el mercado. Gana en refinamiento con esta última generación, se palpa una mayor calidad en su habitáculo, los asientos delanteros son cómodos (los traseros algo justos pero dan de sí) y sube el nivel conocido hasta la fecha para llamar a las puertas del segmento Premium.
Está disponible con dos carrocerías de cinco y cuatro puertas (tipo sedán), que es el que tratamos en esta ocasión. Se mantiene fiel a los propulsores atmosféricos con dos opciones de gasolina Skyactive-G de 122 y 179 CV y una diésel Skyactive-D de 116 CV, aunque pronto llegarán variantes microhíbridas con el desembarco del motor Skyactive-X.
Esta variante sedán, de tamaño compacto aunque lindando con los confines del mundo de las berlinas, se presenta con un tamaño de 4,66 metros de longitud, una anchura de 1,79 m. y una altura de 1,44 m, en el caso de tres puertas. Con la llegada de la nueva generación, el Mazda3 gana en estilo con una imagen muy cuidada. El capó gana en tamaño y resulta más bajo, mientras que la línea caída del techo impulsa un espíritu más deportivo, en este caso iniciándose en el mundo de los fastback que tan de moda se han puesto en los últimos meses.
Se puede encontrar con tres niveles de equipamiento: Origin, Evolution y Zenith (ordenados según el listado de sistemas incluidos). De serie llega con head-up display proyectado sobre el parabrisas, navegador multimedia de 8,8 pulgadas de tipo flotante compatible con Android Auto y Apple CarPlay, faros de tipo Led y llantas de aleación de entre 16 y 18 pulgadas.
Ciñéndonos al interior, se puede observar un volante multifunción sin exceso de botones, una instrumentación que puede ser tradicional de relojes o digital y un salpicadero de tipo minimalista y líneas fluidas en las que se han añadido los botones para que formen parte de la identidad y el diseño Kodo.
Una de las cosas que llama la atención es que la pantalla, muy completa y relativamente fácil de utilizar, no es táctil. Se maneja desde un control remoto situado en la consola central. Su posición la hace fácil de utilizar pero requiere de un tiempo de aclimatación pues no debemos retirar la vista de la carretera para encontrar el botón que buscamos.
Por lo demás, los asientos son cómodos y recogen bien el cuerpo de los ocupantes (atrás mejor dos que tres), el puesto de conducción permite una excelente visibilidad de la carretera, y el nivel de calidad de los materiales empleados queda lejos de cualquier duda.