Tras once años de ausencia, en 2023 el motor rotativo de Mazda volvió a la vida en el MX-30 R-EV para cumplir una nueva labor: ser un generador eléctrico. Este es el futuro que le espera.
Mazda fue la primera marca que sacó al mercado un automóvil con motor rotativo. Fue en 1967 con el Cosmo Sport. Una tecnología que, pese a ser casi única del fabricante nipón, no ha dejado de estar presente en sus modelos llegando incluso al momento actual. Cierto es que en 2012, la firma de Hiroshima decidió interrumpir su producción tras lanzar al mercado el último RX-8 pero en 2023 el motor rotativo volvió a la vida de la mano del MX-30 e-Skyactiv R-EV, convirtiéndose además en el duodécimo modelo con motor rotativo.
En estos casi 60 años, Mazda no ha dejado de perfeccionarlo en términos de entrega de par, limpieza de los gases de escape, economía de consumo y fiabilidad. Pero ahora el paso dado por este motor, empleado exclusivamente por este fabricante, ha tomado un nuevo camino: el de convertirse en generador eléctrico.
El motor rotativo tiene una estructura única, en la que la potencia se genera mediante el giro de un rotor triangular. Ahora, el nuevo Grupo de desarrollo de motores rotativos continuará aportando avances en los modelos eléctricos, como se ha visto en el comentado MX-30 e-Skyactiv R-EV o en el concept Iconic SP que se presentó durante el pasado Salón del Automóvil de Japón. Sus compactas dimensiones le convierten en ideal para ser utilizado como generador de electricidad para vehículos electrificados. Su labor de I+D se extenderá a aspectos como el cumplimiento de la normativa en los principales mercados internacionales o el uso de combustibles neutros en carbono.
Para ofrecer esa vigencia y continuidad, un nuevo Grupo de desarrollo de motores rotativos, integrado por 36 ingenieros, seguirá trabajando en este tipo de unidades para utilizarlas como generador eléctrico ligero en modelos electrificados. Este nuevo equipo ha ampliado sus perspectivas más allá de los límites de los motores y se han convertido en expertos en lo que llaman el “desarrollo orientado a modelos”. Y es que en estos últimos seis años, el equipo de motores rotativos ha estado encuadrado dentro de la división de desarrollo de motores, en donde ha participado en el desarrollo de funciones avanzadas de motores de combustión interna, y en mejoras significativas en la eficiencia. Todo con el objetivo de que el motor rotativo se mantenga como un símbolo muy especial del espíritu pionero de Mazda.