El nuevo buque insignia de la marca japonesa montará un inédito motor diésel e-Skyactiv D de 3.3 litros y seis cilindros en línea que tendrá el sello ECO gracias a su microhibridación.
No pasa por su mejor momento y eso se nota en unas ventas que han sido superadas no solo por la gasolina sino también por las mecánicas electrificadas. Nos referimos a los diésel que en nuestro mercado han sido relegados al tercer escalón del podio con cada vez menos adeptos. Sin embargo, hay fabricantes como Mazda que todavía siguen confiando en este combustible como bien demuestra el hecho de que su nuevo modelo, el CX-60, estará disponible con una nueva generación de este tipo de bloques.
El próximo buque insignia de la firma nipona se venderá inicialmente con una mecánica phev que probablemente aglutine el grueso de las ventas. No obstante, a posteriori también podrá escogerse con este nuevo bloque de seis cilindros en línea con 3,3 litros de cilindrada denominado comerialmente e-Skyactiv D “más potente, limpio y eficiente”. De hecho, esta estrategia responde a la llamada “multisolución” de Mazda cuyo principal objetivo es atender las necesidades de clientes que buscan un coche eficiente para cubrir grandes distancias y con una gran capacidad de remolque.
Dos potencias
La nueva motorización e-Skyactiv D incorpora una avanzada tecnología de combustión altamente innovadora que hace de él uno de los motores diésel más limpios del mundo. La nueva unidad se ha dimensionado cuidadosamente, optimizando la cilindrada para mejorar tanto la eficiencia de entrega de par como los consumos. Tiene 3283 cm3 de cilindrada, seis cilindros instalados longitudinalmente e inyección directa controlada electrónicamente a través de un sistema common rail. Se presentará en dos versiones de potencia: 200 CV (147 kW) con tracción trasera y 254 CV (187 kW) con tracción integral Mazda i-Activ AWD.
A él se le unirá un sistema microhíbrido de 48 voltios que no solo le permitirá lucir la etiqueta ECO de la DGT en nuestro mercado, sino que mejorará la eficiencia del motor, las emisiones y los consumos. Para ello se le ha dotado de una novedosa tecnología de combustión altamente innovadora, denominada DCPCI (Distribution-Controlled Partially Premixed Compression Ignition, o encendido por compresión controlado por la distribución con premezcla parcial). De esta forma ambas versiones del e-Skyactiv D no solo consiguen unas prestaciones más que notables, con un 0 a 100 km/h de 7,4 segundo en el caso del de 254 CV sino también con unos consumos muy contenidos, de 4,9 l/100 km en el de 200 CV y 5,3 l/100 km en el más potente, ambos en ciclo mixto y medición WLTP, lo que repercute en unas emisiones de CO2 de 127 y 137 g/km, respectivamente. Por último, gracias a su elevada entrega de par, el Mazda CX-60 diésel puede remolcar sin dificultad hasta 2.500 kg. Más adelante, la gama se completará con un motor de gasolina de 3,0 litros y seis cilindros en línea conformando una familia de propulsores de lo más completa para este CX-60.