Continúa la actualización de la marca japonesa con motivo de la entrada en vigor de la nueva homologación de emisiones WLTP. Ahora le toca el turno al Mazda CX-3 2019, que probamos en su presentación internacional coincidiendo con su llegada al mercado español.
El todocamino urbano de Mazda comenzó su andadura a finales de 2014. Aunque ha recibido algún que otro cambio a lo largo de su vida, es ahora cuando recibe más mejoras. En todo caso, estas modificaciones son pequeñas y se concretan en diferentes apartados. Motores, equipamiento y algo de diseño se ponen al día para seguir compitiendo en uno de los segmentos más activos del momento.
El Mazda CX-3 2019 prosigue con la adecuación de toda la oferta japonesa a la nueva normativa Euro 6d Temp. En el caso de este SUV, la gama sigue proponiendo tres opciones. En gasolina el bloque atmosférico 2.0 SKYACTIV-G, en variantes de 121 CV (solo tracción delantera) y 150 CV (con tracción total), no varía potencias. Se ha optimizado el proceso de combustión interna, incrementado la presión de inyección y reducido la fricción interna con una nueva camisa del pistón. De esta forma obtienen un consumo medio a partir de 6,1 y 6,7 l/100 km, respectivamente.
En cuanto a la única mecánica diésel de la gama CX-3, presenta más novedades. El anterior tetracilíndrico turboalimentado de 1,5 litros sube de cilindrada hasta 1,8 litros y alcanza los 115 CV (antes 105). A la vez, incorpora nuevo sistema de combustión y una gestión del calentamiento del motor optimizado.
Su consumo medio oscila entre 4,4 y 5,2 l/100 km en función de versión, que puede asociar tanto tracción a dos como a cuatro ruedas, y caja de cambios manual o automática. Estas dos transmisiones también están disponibles para los gasolina.
Por lo que respecta a la dinámica los cambios son menores. No obstante, el Mazda CX-3 2019 equipa nuevos muelles y amortiguadores. Igualmente, la dirección asistida ha sido revisada. Además, mejora la calidad de conducción en lo relativo a la rumorosidad; el sellado de puertas se ha optimizado y su revestimiento aumenta de espesor. Con el mismo objetivo el grosor del techo pasa de 6 a 8 milímetros.
El diseño del nuevo CX-3 se mantiene sin grandes modificaciones. De líneas compactas y deportivas, cambian la parrilla y los pilotos, con leds en forma de anillo. Hay un nuevo estilo para las llantas de 18 pulgadas. Y como el resto de la familia Mazda, la gama de colores incluye el nuevo Soul Red Crystal.
En el habitáculo destaca la revisión de la consola. Al sustituir la palanca de freno de mano anterior por un sistema electromécanico por botón permite albergar un reposabrazos practicable. Detrás también se incorpora un reposabrazos central con posavasos.
El equipamiento de seguridad i-ACTIVSENSE del Mazda CX-3 2019 ahora es más completo. Como novedad, el control de velocidad de crucero adaptativo, con función Stop & Go (solo en las versiones con cambio automático e integrado en el pack Cruise opcional) es más avanzado.
Funciona a través del radar y la cámara delantera. Es capaz de reconocer al coche que circula delante desde 0 km/h, cuando antes lo hacía desde 30 km/h. De igual forma, el asistente de frenada de emergencia automática es de serie en toda la gama y se ha mejorado para detectar con mayor precisión a vehículos y peatones, incluso de noche.
El todocamino de Mazda integra otros sistemas de seguridad destacados. Como el asistente de mantenimiento de carril y detector de fatiga, control de ángulo muerto, reconocimiento de señales o la función adicional del asistente de frenada con control de tráfico trasero.
Todos estos cambios no afectan significativamente a la conducción del Mazda CX-3. En el plano dinámico estamos hablando de un SUV de muy buenas maneras. Es un coche ágil y reactivo a cualquier orden sobre el volante, pese a que en esta primera prueba los neumáticos montados (Toyo) no ofrecieron mucho agarre en los tramos mojados de la ruta.
En seco mejoró la percepción y el modelo de Mazda pudo demostrar sus cualidades. En zonas reviradas apenas le penaliza una carrocería que, por otro lado, tampoco es de las más altas de la categoría. El ajuste de suspensión es equilibrado, al menos en carretera, porque tampoco tuvimos ocasión de probarlo fuera del asfalto.
Lo conducimos tanto el motor de acceso de gasolina como el renovado diésel. El primero, el 2.0 SKYACTIV-G de 121 CV, adolece de garra para adelantar con rapidez, aunque en condiciones de circulación normales se muestra competente. Evidentemente, hay que buscar la zona alta del cuentavueltas para obtener lo mejor de él.
En esta primera prueba del Mazda CX-3 2019 también catamos el 1.8 SKYACTIV-D de 115 CV. A diferencia del anterior, aquí la entrega de potencia es mucho más palpable, sobre todo desde bajo régimen. Desde salida o a ritmos medios gana velocidad con mayor facilidad. Aunque suena más que el propulsor de gasolina, la rumorosidad está bien contenida y no incomoda la conducción. En ambos, la caja manual de seis relaciones es ejemplar. Tiene un tacto muy bueno y preciso, habitual en las transmisiones de Mazda.
El renovado modelo de Mazda ya se encuentra a la venta. La adaptación de los motores a la nueva norma de homologación WLTP no afecta al tramo impositivo que deben pagar por emisiones. De este modo, en este sentido no hay subida de precio.
La gama arranca en 20.645 euros y culmina con la variante más equipada, cifrada en 32.100 euros. Hay cuatro niveles de equipamiento con una dotación interesante desde la versión Origin de acceso. El acabado Evolution, por 800 euros más, suma elementos como la alerta por cambio involuntario de carril o el sensor de aparcamiento trasero.
El Evolution Design añade por 1.600 euros el navegador y las llantas de 18 pulgadas. Finalmente, la versión Zenith (1.200 euros más) viene por primera vez con Apple CarPlay y Android Auto, junto a faros Full LED y la cámara trasera. Aparte, existen dos paquetes. El Pack White incorpora asientos calefactables y tapicería de cuero, entre otros, y cuesta 1.500 euros. El Pack Cruise complementa al CX-3 con faros adaptativos y todos los sistemas de seguridad disponibles para el modelo.
Sobre los precios previstos, Mazda ofrece un descuento como campaña de lanzamiento de 2.000 euros. Además, el comprador puede beneficiarse de otra rebaja de 1.096 euros en caso de financiarlo. La marca comercializa otros programas como el FlexiOpción: para comprar el vehículo y cambiarlo más adelante; o el nuevo servicio Rent & Drive, renting a particulares para hacerse con CX-3 desde 10 euros al día.