Maserati Ghibli S Q4, a prueba: imperial

 

El Maserati Ghibli S es una súper berlina de altas prestaciones que destaca por su exclusividad y por su motor de origen Ferrari.

Maserati Ghibli S: fotos

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El apellido del Maserati Ghibli se inspira en un viento huracanado, seco y arenoso, procedente del desierto libio. Tan contundente como la respuesta de este súper automóvil.

A bordo de un automóvil como este Maserati Ghibli S la automoción cobra otro sentido. Sucede como en ciertos portaestandartes de renombre, pocos, para ser sinceros. Pero la verdad es que, con sus virtudes y “lunares”, este Maserati tiene un “áurea” difícil de igualar.

Hace años conduje un Maserati Quattroporte por las calles de Mónaco, uno de esos paraísos donde admirar los mejores ejemplares sobre ruedas. Hace tiempo de aquello, pero llevo en mente que hacia girar la cabeza a más de uno. Quizá por su porte, imperial como el del Maserati Ghibli S o, mejor aún, por el sonido de una mecánica tocada por la “varita” de Ferrari. En fin, así era.

Estos días, al volante del Maserati Ghibli S junto a estas líneas, un moderno Quattroporte “a escala” (la plataforma es común, si bien aquel es 50 kilos más pesado y 291 milímetros más largo), he refrescado recuerdos. Poco importa haber probado entre tanto decenas de modelos de otras tantas marcas, algunos con un precio que dobla el de nuestro protagonista.

Y es que esta súper berlina con nombre de viento desértico (por cierto, el primer Ghibli así llamado fue un cupé de 1966 con motor V8 y diseño Giugiaro) es una auténtica “montaña rusa” que desborda sensaciones.

Maserati Ghibli S: exterior

Dibujado por el equipo que capitanea Marco Tencone, y ensamblado en las proximidades de Turín, el Maserati Ghibli S rezuma aires de otras épocas, como esa enorme “boca” a ras de suelo (los bajos tocan con facilidad en rampas y badenes) por la que entra una mano de costado hasta tocar el radiador (también lo hace la hojarasca otoñal).

El resto es todo “músculo” (ojo a las cuatro salidas de escape, toda una declaración de intenciones) un conjunto tricuerpo bien equilibrado de casi cinco metros de largura. Sus cuatro puertas carecen de marco y no falta un enorme y diáfano maletero de 500 litros, capaz, sí, pero con una de esas angostas aperturas tan habituales en los cupé.

Maserati Ghibli S: interior

Brilla el artesano interior, realmente singular en la declinación probada decorada por el taller del modisto Ermenegildo Zegna.

Muchos elementos en la dotación del Maserati Ghibli S, sobre todo ornamentales, se pagan aparte y no salen precisamente baratos. También otros como las alertas de abandono de carril no voluntario “LDW”, el sistema cenital de visión para maniobrar, el control de crucero adaptativo “ACC” (regulable de 30 a 210 km/h)…

Por habitabilidad, el coche es adecuado para cuatro adultos, siempre que los amplios butacones delanteros no vayan excesivamente retrasados. De hacerlo, alguien por encima de 1,80 metros de estatura se las verá y deseará para introducir y sacar los pies al entrar y salir del coche. Y es que ahí ni el hueco de la puerta ni el reservado a las piernas son generosos; más bien lo contrario.

Maserati Ghibli S: comportamiento

En realidad, el Maserati Ghibli S centra la jugada en la conducción, como si fuese un gran “biplaza” con asientos y puertas traseras de apoyo. De entrada, presume de una tara ajustada (en su arquitectura manda el aluminio) y, mejor aún, de un reparto de peso entre ejes perfecto, por lo que motor (longitudinal), cambio y habitáculo van bastante retrasados.

En la versión analizada la tracción es total Q4 (con prioridad al eje trasero y capaz de dividir la fuerza al 50 por ciento según el agarre puntual); no viene nada mal en un automóvil que declara 410 CV y 500 Nm.

Con suspensión activa opcional “Skyhook” ofrece un modo “Sport” que lo torna duro y rebotón. No hace falta tanto: de por sí vira plano sin castigar el confort, aun yendo rápido. A su vez, la dirección es rápida, el coche, pese a su notable envergadura, gira en poco espacio (el diámetro total para la maniobra asciende a 11,7 metros) y frena con potencia, aunque el tacto de pedal obliga a “coger el aire” si el propósito es ir “ligero”.

Maserati Ghibli S: motor

En cuanto al motor, no es ya como brama, sino la intensidad con la que empuja. Puede que su mayor virtud resida en la progresividad con la que despliega la energía almacenada, sin saltos ni abruptos empujones. Acompaña un cambio automático firmado por ZF, con ocho velocidades, que trabaja a la perfección.

Y así, sobre el terreno, los adelantamientos resultan un “juego de niños”, aunque en consecuencia el consumo se mueva en parámetros abultados, siempre alejados del optimista promedio declarado por el fabricante.

¿Todo parabienes? Vaya… Al volante, generoso por tamaño pero de buena empuñadura, hay un poco de todo. Junto a una notable amplitud, la ergonomía, por ejemplo, es adecuada. Hay grandes levas metálicas ancladas a la columna de la dirección (como debe ser) para engranar marchas al mejor estilo Ferrari… y también algún mando común a Jeep (cuestión de sinergias de grupo), como el brazo de intermitencia que se solapa con las citadas levas. Pero nada desentona y en conjunto la calidad es brillante. Quizá no con la precisión de sus rivales germanos, aunque aquellos sean más populares.

Maserati Ghibli S: valoración

Imagen: 5
Acabados: 4
Puesto de conducción: 4
Habitabilidad: 3
Maletero: 3
Motor: 5
Recuperación: 5
Prestaciones: 5
Dirección: 4
Caja de cambios: 5
Frenos: 4
Estabilidad: 4
Consumo: 2

Maserati Ghibli S: conclusión

“Nadie” conduce ahí fuera un Maserati, o lo que es igual: es difícil cruzarse con algún modelo de la marca italiana, lo que redunda en la exclusividad de un vehículo como el Ghibli, un portento de energía.

Maserati Ghibli S: ficha técnica

Tipo de motorGasolina, 6 cilindros en V, turbo
Cilindrada2.979 cm3
Potencia410 CV a 5.500 rpm
Par410 CV a 5.500 rpm
Velocidad máxima284 km/h
Aceleración4,8 s (0 a 100 km/h)
Consumo9,7 l/100 km (mixto)
Medidas (L/An/Al)4.971 / 1.945 / 1.461 mm
Neumáticos235 / 35 R 18 (del.), 275 / 45 R 18 (tras.)
Peso en vacío1.870 kg
Maletero500 l
Precio base103.900 euros

Maserati Ghibli S: equipamiento

DE SERIE.  Airbags frontales y laterales para conductor y acompañante, airbags de cortina y airbag de rodilla para el conductor; sistema antibloqueo de frenos “ABS” con repartidor electrónico de la fuerza de frenado “ABA”; frenada precolisión “AEB” y “FCW”; aviso de riesgo de colisión delantera “EEl” (“Forward Collision Warning”); control de estabilidad “MSP” (“Maserati Stability Programme”) y de tracción “ASR”, con regulación de freno “MASR”; tracción total “Q4”; asistente para arranque en pendientes “Hill-Holder”; sistema de monitorización de la presión de los neumáticos “TPMS”; freno de estacionamiento electromecánico; faros LED; sensores de lluvia e iluminación; climatizador de doble ambiente; apertura y arranque inteligentes “Keyless Go/Keyless Entry”;  infoentretenimiento compatible con Apple Car Play y Android Auto y selector de modos de conducción.

OPCIONES.  Pack “Luxury Zegna”, con acabados específi cos, llantas de 19”, y asientos calefactados (7.471 euros); pack “Executive Plus”, con techo de Alcantara, tapizado de cuero perforado y asientos ventilados (7.471 7); pack “Executive”, con interior de cuero natural (incluidas puertas y paneles), llantas de 19”, asientos delanteros calefactados y reposabrazos trasero “Premium” (7.471 euros); pack “Comfort & Assistance”, con cámara de retrovisión y pack “Business” (4.050 euros); pack “Business”, con sistema de navegación y sensores de estacionamiento (2.453 euros); pack “Driver Assistance Plus”, que incluye control de velocidad adaptativo con stop&go, alerta de tráfico cruzado posterior “RCP”,  aviso de obstáculos en ángulos ciegos “BSA” y cámara de visión 360º (7.757 euros); pack “Sport”, con levas metálicas de volante, pedalier metálico, suspensión adaptativa “Skyhook”, llantas de 19” y asientos deportivos eléctricos (5.759 euros).

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