Un estudio elaborado por el RACE y Royal Canin asegura que casi la mitad de los propietarios desconoce cómo llevar a su animal en el coche de forma segura y legal.
Con las vacaciones en pleno auge para muchos y próximas para otros tantos, son muchos los usuarios que se echan a la carretera con toda la familia… incluida las mascotas. Dejando de lado a esos desalmados que decide abandonarlos cuando llegan el periodo estival, la realidad es que muchos de los conductores de nuestro país no sabe o no conoce cómo ha de llevarlos.
En concreto hablamos de casi la mitad de los propietarios de mascotas según los datos recogidos por el último estudio realizado entre el RACE y Royal Canin entre más de 1.300 conductores propietarios de mascotas. Un informe en el que se recogen también consejos para garantizar el bienestar de las mascotas durante los viajes, detalles de la legislación vigente, y la incidencia de los animales en los accidentes.
En el informe “2021 Animales de compañía y Seguridad Vial” se desprende que el 47% de los propietarios de mascotas opinan que la legislación no es del todo clara a la hora de especificar cómo llevarlos en los desplazamientos, generando así dudas y riesgos.
De hecho, tres de cada cuatro conductores tienen como gran preocupación llevar a su mascota sin retención por el peligro que puede suponer para el resto de los ocupantes. A esta situación le siguen el riesgo que corre el propio animal de sufrir daños (67%) y la posibilidad de ser sancionado por un agente de tráfico (50%).
Dado que el grueso de los encuestados tenía en su hogar un perro (82,7%) con un peso comprendido principalmente entre los 5 y los 10 kilos (la opción de 11 a 25 kilos también está muy demandada) los arneses son los sistemas de retención más empleados. El de un solo anclaje es el más empleado con un 43% de los usuarios seguido por el de doble anclaje (25%) y en tercer lugar por las barras o redes de separación (17%).
En este punto, es importante destacar que los crash test realizados por el RACE, en colaboración con otros clubes automóvilísticos como el ADAC alemán, han demostrado que los arneses de doble anclaje, utilizados por dos fijaciones al vehículo, ofrecen más seguridad, al evitar el desplazamiento del animal, reduciendo el riesgo de rotura del sistema.
La opción preferida por los dueños de gatos (un 8,9% de los preguntados) es el transportín. Aquí, el 55% prefieren llevarlo en un transportín sujeto en el asiento con el cinturón de seguridad, siendo una práctica desaconsejada pues aunque se está reteniendo la caja, el animal puede atravesar las paredes del mismo si el impacto es fuerte, produciéndose daños graves y un aumento del riesgo de impacto con el resto de los ocupantes.
El 27% elige llevar el transportín en el suelo del asiento del vehículo siendo esta la opción más recomendada y un 12%, en el maletero. Solo el 13% lleva a su gato sujeto con arneses, ya sea de un anclaje o de doble anclaje.
Lógicamente, los propietarios de mascotas tienen en cuenta las necesidades de sus animales en sus desplazamientos. De hecho, el 57% hace su descanso en zonas especiales para sus mascotas, permitiendo así que puedan estirar las patas y beber agua con seguridad. Las áreas de servicio son el lugar escogido mayoritariamente, con un 78,5% de los casos aunque el 68% de ellos las califican con un suspenso por su falta de adaptación a los animales. Los servicios más demandados son un recinto cerrado para soltar de forma segura a los animales (56%), y poder entrar con la mascota a la zona de restauración (31%).
Y es que, además de llevarlo correctamente sujeto dentro del coche también hay que vigilarlo cuando se realizan las paradas. El 4% de los conductores que viajaban con una mascota reconoció que, en el momento de hacer la parada de descanso, perdieron el control del animal o se les escapó, lo que en un 1% provocó una situación de peligro (reconocido por el propietario).
En España ocurren más de 100 accidentes al año con víctimas (fallecidos y heridos) provocados por el atropello de un animal de compañía, cifra que se eleva hasta los más de 4.000 accidentes anuales con daños materiales, según datos recogidos por los agentes de tráfico, por lo que se estima un número muy por encima de siniestros en los que se ven relacionados perros y gatos en los que no interviene la autoridad.
Por el hecho de que un animal doméstico esté suelto en la vía, el dueño puede ser sancionado por infracción leve con multa de hasta 91€, pero si se producen víctimas puede ser un delito de negligencia o imprudencia temeraria por parte del dueño, y en el caso de que existan fallecidos pueden ser sancionado con penas de 1 a 4 años de prisión por homicidio imprudente, pudiendo ser mayores si se demuestra que existe dolo (culpabilidad o voluntad de hacer).