Entrevista a Carlos Marín responsable de calidad de Vignale de Almussafes
Ford ha dado un paso adelante con la nueva familia de productos Vignale. No se ciñen únicamente a la producción de nuevos vehículos con un mayor nivel de calidad, pues también incluye una serie de productos exclusivos de alta costura que pronto serán lanzados al mercado.
La valenciana planta de Almussafes ha sido la primera fábrica de Ford a nivel mundial en producir la familia de vehículos Vignale, comenzando por el Mondeo Vignale, a la venta desde verano del año pasado, continuando por el S-MAX Vignale que pronto llegará al mercado para que poco a poco lleguen el Kuga Vignale y el Edge Vignale. Para ello ha tenido que diseñar un nuevo proceso de producción, junto a un nuevo control de calidad, una nueva formación a los trabajadores y de corrección de errores.
Al frente de esta línea de producción e vehículos en la planta valenciana se encuentra Carlos Marín, responsable de Calidad Vignale de la planta Ford de Almussafes, al que entrevistamos para conocer a fondo la nueva gama de vehículos Vignale.
-¿Que supone la producción de la familia Vignale para Almussafes?
Es una revolución en la forma de trabajar y en la filosofía de la planta. No es solo incorporar un paso más allá a efectos de calidad, es fabricar más allá de los estándares conocidos en la marca hasta ahora. Es tratar al producto como si fuera nuestro. Ahora cada coche tiene un nombre y un apellido. Los propios trabajadores sienten el coche como si fuera suyo.
¿Qué importancia tiene para Almussafes que el primer punto de fabricación de la nueva gama Vignale se haya situado aquí?
Es de una gran importancia para nosotros, puesto que hemos sido los que hemos creado una nueva manera de trabajar partiendo casi de cero. Y ahora estamos viendo cómo el concepto creado en España se ha extrapolado a otras fábricas de la marca como la planta canadiense que va a producir el nuevo Edge Vignale.
La gama de productos Vignale ha sido sobre todo un cambio de filosofía, nunca antes visto. Vignale es un nuevo concepto de calidad. Hay que hacer un producto de la mejor manera posible. Eso no es fácil. En esto, la planta de Almussafes ha sido innovadora.
Y esto no solo se produce con la fabricación sino con el control del producto final puesto que hemos tenido que desarrollar algunos sistemas de control y medición para comprobar que todo estuviera a la altura de las expectativas del propietario.
¿Cuál fue el procedimiento para la contratación de los trabajadores de la línea de fabricación de vehículos Vignale?
La habitual en estos casos, se hizo una convocatoria dentro de la compañía, y de entre aquellos que se prestaron de forma voluntaria se hizo una selección antes de darles una forma específica.
¿Qué formación han tenido los trabajadores que se han integrado en el Centro de Control de Calidad Vignale?
Han tenido una formación específica para cada campo que tenían que controlar, y no solo en las diferentes fases de la producción sino en la inspección de detalles de calidad.
La producción de la familia Vignale supone un salto de calidad en los vehículos de la gama Ford, ¿los proveedores son españoles o vienen de fuera?
En esto tenemos que admitir que contamos con proveedores españoles pero algunos materiales los recibimos desde otros países, casi como en la fabricación de cualquier coche del mundo. La diferencia aquí está en que el grado de tolerancia con los posibles errores en la fabricación son aún menores, y esto nos hace ser muy exigentes con cada uno de aquellos que nos proveen de componentes.