Casi cuatro décadas después, el Porsche 959 que participó en el Rally-Dakar de 1985 vuelve a la vida gracias a la pasión y el empeño de Marc Phillip Gemballa quien ha creado este espectacular Marc Phillip Gemballa Marsien.
Imagínate ser un enamorado de los coches clásicos Porsche, tener todo el dinero del mundo y una empresa que se dedique a preparar los Porsche más actuales. ¿Qué es lo que se te ocurriría? Pues deja de imaginar y ponte en la piel de Marc Phillip Gemballa, hijo del preparador Uwe Gemballa para entender cómo ha nacido este Marc Phillip Gemballa Marsien.
Lo primero que has de tener en cuenta es su nombre ya que el apellido Marsen se ha inspirado en las dunas rojas del desierto de Al Faya, en los Emiratos Árabes, por lo que es toda una declaración de intenciones. Lo segundo, que Gemballa ha llamado a la puerta de algunos de los especialistas más consagrados para darle forma.
Comenzando por el diseño, muy cercano al del 959 del Dakar que le enamoró en su niñez, hay que resaltar el trabajo aerodinámico del mismo, obra de la empresa KLK con una dilatada experiencia en Le Mans. A destacar el enorme alerón fijo trasero o las sobredimensionadas tomas de aire. Huelga decir que este Marc Phillip Gemballa Marsien coge su base de un 911 Turbo S 992, por lo que el trabajo inicial ya se sostiene sobre una buena matriz.
En el interior, el aspecto es algo más semejante al Carrera GT aunque sí adquiere elementos propios del mundo dela competición como unos asientos de tipo bacquet realizados en fibra de carbono (material que por cierto también está presente en casi toda la carrocería), una consola central elevada con un pomo situado más a mano o las cinchas amarillas haciendo las veces de tirador.
Surfeando por las dunas
De vuelta a los preparadores entramos de lleno en el apartado dinámico. Aquí, el Marc Phillip Gemballa Marsien echa mano del conocimiento de KW quien le ha dotado de una suspensión específica que consigue elevar la altura libre al suelo hasta los 25 cm (un Turbo S solo se separa del suelo en 12 cm).
Ahora bien, lo más representativo llega a la hora de hablar de su parte mecánica ya que gracias a los retoques realizados por RUF, el seis cilindros bóxer del Turbo S escala hasta los 750 CV de potencia aunque algunos de los clientes más inconformistas podrán pedirle a Gemballa que eche mano de una evolución para aumentar el rendimiento a los 830 CV. En ambos casos, el par máximo es de 930 Nm. Sencillamente de locos.
Gestionado mediante una caja de cambios de ocho relaciones y a través de un sistema de tracción total, este Marc Phillip Gemballa Marsien consigue las mismas prestaciones que el Turbo S comentado, es decir, 2,6 segundos para pasar de 0 a 100 km/h y una punta de 330 km/h. Pero ojo porque eso solo lo conseguirá con los neumáticos Michelin que monta de serie y es que con el paquete off road que estará disponible opcionalmente se sustituyen por unas gomas All-Terrain pensadas para el uso en fuera pista. Un paquete en el que también se incluyen diferentes modos de conducción off road heredados del Cayenne como son: arena, barro, nieve y gravel.
Con dicho pack, la velocidad máxima está limitada a 210 km/h. El primer paso está dado, Marc Phillip Gemballa ha conseguido cumplir su sueño de la infancia. Ahora solo queda ver si tú también puedes hacerte con un Marsien y disfrutar de él. Para ello has de tener en cuenta un par de nimiedades: la primera, que se tratara de una tirada limitada a 40 unidades y la segunda, que cada una de ellas tendrá un precio de partida (con las opciones disponibles seguro que se duplica) de nada menos que 495.000 euros.