El Ayuntamiento de Madrid ya ha decido cómo será la nueva normativa sobre circulación en la capital. Son varios los cambios que se producirán con la llegada este nuevo marco legal que entrará en vigor en noviembre. El más importante es la creación del Área de Prioridad Residencial (APR); un espacio que engloba a varios distritos del centro y en el que estará prohibido circular con vehículos contaminantes.
Según han señalado desde el Área de Movilidad del consistorio, la normativa se parece mucho a la hoja de ruta que ya se conoció a principios de año. Entrará en vigor en noviembre, aunque no comenzarán a sancionar hasta febrero; por lo que la población tendrá tres meses de adaptación. La multa por entrar en esta área restringida será de 90 euros por vehículo. Los controles de acceso se realizarán mediante cámaras de vigilancia.
El APR de Madrid Centro estará delimitado por las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Paseo de Recoletos, Paseo del Prado, Ronda de Atocha, Ronda de Valencia, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, Bailén, Plaza de España, Princesa y Serrano Jover. Y en el interior de este espacio solo podrán circular:
En este último caso, podrán solicitar una autorización para circular los residentes de este área que se encuentren en una situación especial. Por ejemplo, aquellos que estén realizando obras en una vivienda; también los que tengan dificultades de movilidad, visitas, los propietarios de una empresa establecida en esta zona, las empresas que realicen servicios a domicilio y las que se dediquen a trabajos de carga y descarga.
Desde el Ayuntamiento ya han comunicado que las zonas azules del Servicio de Estacionamiento Regulado pasarán a ser verdes. Por tanto, en ellas no podrán aparcar quienes no cuenten con la tarjeta de aparcamiento de estos distritos.
A partir del próximo noviembre, solo se podrá ir al centro de Madrid si se deja el coche en un parking u hotel, como se ha indicado antes, o mediante transporte público. Habrá que esperar unos meses para conocer si, como se espera, se consiguen reducir las emisiones y el ruido en la zona más céntrica de la capital.