Madrid Central, el área de bajas emisiones para bajar la contaminación que implantó la exalcaldesa Manuela Carmena el 30 de noviembre de 2018, ha conseguido su objetivo inicial en su primer año de funcionamiento.
Según un informe de Ecologistas en Acción, con datos extraídos de las 24 estaciones de medición de partículas del Ayuntamiento de Madrid, el nivel de emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) se ha reducido en un 20%. Y esta bajada de la comtaminación no sólo afecta al área restringida, también se contagia a zonas más periféricas, según desgrana El País.
De este modo, 21 de las 24 estaciones captaron un menor porcentaje de partículas de NO2 con respecto a la media de los últimos nueve años. Este tipo de partículas son las más nocivas para la salud de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud, pueden provocar problemas respiratorios, asma, bronquitis y, a largo plazo, enfisemas pulmonares y cáncer.
Además, el informe recalca que este 2019 no ha sido un año precisamente lluvioso, algo que favorecería la mayor limpieza del aire. De esta manera, el estudio concluye que Madrid Central debe continuar para mantener y reducir aún más la contaminación de la ciudad.
Según Ecologistas en Acción, las dos únicas estaciones que han dado un porcentaje mayor de partículas en relación a la media son la situada en el Parque Juan Carlos I (distrito de Barajas) y en Villa de Vallecas, con un 9 y 3% más.
La del distrito de Villaverde se mantiene en la media, mientras que el resto bajan del 3 al 27% su nivel de partículas de NO2. Especialmente significativo es que ese 27% menos se haya dado en una estación periférica como la del barrio de Tres Olivos. Las estaciones de Madrid Central, situadas en la Plaza del Carmen y El Retiro, detectaron una reducción del 20%.
Lo que en un principio parecía una medida más de carácter social y medioambiental, como las muchas que se están aplicando en ciudades como Barcelona, París o Londres, ha acabado siendo objeto de disputas políticas en el Ayuntamiento de Madrid y más allá de él.
El PP, ahora en el poder del consistorio después de las elecciones de mayo, fue uno de los mayores detractores de la zona de bajas emisiones, argumentando que causaría grandes perjuicios económicos para los comerciantes de la zona. Por ello, el actual alcalde, José Luis Martínez-Almeida, presentó un plan alternativo llamado Madrid 360 que entrará en vigor en junio de 2020.
Así, el nuevo plan de reducción de la contaminación del nuevo edil será más relajado que el de Carmena y podría acabar con los buenos datos de calidad del aire de este año.
En espera de su aprobación en el pleno, Madrid 360 permitirá entrar al centro a vehículos con etiqueta C (gasolina posterior a 2006 y diésel a partir de 2014), que hasta ahora no podían. Eso sí, lo podrán hacer si van en el vehículo dos o más ocupantes. Las multas, de hasta 90 euros, a quien no cumplan con las restricciones, se mantienen.
Además, los comerciantes de la zona restringida podrán moverse como si fueran residentes, con más libertad de la que hasta ahora gozaban. Además, para mantener un bajo nivel de emisiones, Almeida ha prometido que peatonalizará varias calles del centro, incluida la Puerta del Sol.