En 2003, la Unión Europea decidió poner medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos respecto a los productos que se compran y se venden cada día. Para ello, elaboró un sistema de alerta rápida (RAPEX), cuya función es detectar los productos peligrosos para informar sobre ellos o favorecer su retirada del mercado.
Así, gracias a los últimos datos del informe realizado por Autoactu.com, hemos podido saber que los coches pertenecen al grupo de productos que más riesgos suponen para el consumidor, entre los que también se cuentan ciertos juguetes y prendas de vestir.
Este sistema de alerta tiene en cuenta casi todos los productos comercializados en 31 países: los 28 que forman la UE más Noruega, Islandia y Liechstenstein. En 2017, se han registrado un total de 2.201 notificaciones, una cifra que, desafortunadamente, supera las 2.044 alertas obtenidas en 2016.
Según recoge Autopista.es, sabemos que los productos fraudulentos relacionados con el motor han aumentado en los últimos años. Suponen un 20% de los avisos totales del sistema y, además, los datos concluyen que la mayoría de estos vehículos peligrosos proceden de Europa. Concretamente, destacan Alemania, Portugal, Reino Unido y Francia como las regiones en las que más alertas sobre modelos defectuosos se han registrado en el último año.
Sin embargo, de acuerdo con lo que establecen en El Periódico, Bruselas considera que estos datos no son del todo objetivos, pues cuanto más grande sea un país, más importaciones y exportaciones llevará a cabo y, por tanto, más productos peligrosos habrá en su mercado. De este modo, también aseguran que precisamente son estos países los que más inspectores tienen para detectar si algo supone un riesgo o no, por lo que siempre habrá más posibilidades de encontrar fallos en los productos.
Es importante destacar que prácticamente todas las marcas provocan alertas en este sistema a lo largo del año. No obstante, sí se pueden especificar algunos defectos que presentaron varios modelos durante el año pasado.
Es el caso, por ejemplo, del Volkswagen Arteon , que provocó una alerta por la fijación adhesiva incorrecta del alerón trasero, o del Mercedes Clase G , con un posible mal funcionamiento del sistema ESP. Asimismo, otros vehículos como el Ford Focus o el Ford Transit presentaron defectos de corrosión en el sistema de válvulas múltiples de los motores de GNC. De todos modos, hay que destacar que estos fallos no habrían supuesto grandes riesgos, pues, de lo contrario, los modelos habrían sido retirados del mercado inmediatamente.