Desde hoy se establecen de manera oficial los nuevos límites de velocidad para las ciudades. Aquí te volvemos a repasar por qué se ha tomado dicha medida, las reacciones más importantes a dicho asunto y, sobre todo, cuáles son las multas que te pueden poner si los superas.
Ha llegado el día. Desde hoy, 11 de mayo, los límites de velocidad en vías urbanas y travesías cambian tras la aprobación el pasado mes de noviembre en el Consejo de Ministros. Por tanto, el límite de velocidad en vías urbanas será de 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera; de 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación y de 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación.
Para ayudar a su implantación, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) han lanzado un manual con el objetivo de orientar a los ayuntamientos y entidades locales. El documento da respuesta a 32 situaciones y ejemplos reales que se pueden encontrar en las calles de las ciudades.
En la presentación de dicho manual, el director de Tráfico, Pere Navarro, en la presentación del manual ha asegurado que “cada vez tenemos más actores y se produce una interacción en las calles de nuestras ciudades. Esta interacción y con todos estos actores no es posible garantizar la seguridad a velocidades superiores a 30 kilómetros por hora no es posible.”
Tras la aprobación de esta medida, la portavoz de la Plataforma de Motoristas por la Seguridad Vial, María José Alonso consideraba que la reducción de la velocidad en las vías urbanas era necesaria. Del mismo modo, ve como “lógico y normal” que las vías de un único carril por sentido de circulación tengan un límite de 30 km/h, “por seguridad”.
En cambio, el presidente de Automovilistas Europeos, Mario Arnaldo, se mostraba crítico, en declaraciones a Europa Press, ante la reducción genérica de la velocidad en vías urbanas, que “no pretende mejorar la seguridad vial ya que los ayuntamiento ya tenían la posibilidad de poner una limitación expresa. En lugar de que cada ayuntamiento analice calle por calle lo que se hace es un sistema de café para todos, para no analizar cuál es el límite de velocidad que hay en cada calle”.
Según DGT, los motivos que le han llevado a implantar esta medida son, en primer lugar, la demanda de los ayuntamientos para tener un paraguas legal normativo y poder aplicar los 30 km/h en sus localidades. En este sentido, Tráfico argumenta que en 2019 los muertos en siniestros de tráfico en las ciudades se incrementaron un 6%, mientras que en las vías interurbanas se cayeron un 6%. Además, el 82% de los fallecidos en ciudades en aquel año eran usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
Con la bajada de los límites de velocidad máxima permitida en las ciudades también se reduce un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello. Si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h el riesgo es de un 10%, mientras que si la velocidad es a 50 km/h, ese riesgo de fallecimiento se eleva al 90%, señalan los datos de la DGT, que añade que se reduce a la mitad la distancia que se necesita para detener el vehículo al pasar de 50 km/h a 30 km/h.
A todas estas razones, la DGT suma que la reducción de la velocidad en las ciudades a 30 km/h es una de las prioridades de la Agenda 2030 con el objetivo de convertir las ciudades en espacios más seguros reduciendo, tanto el riesgo de sufrir un accidente, como la gravedad del mismo.
Independientemente de si estamos o no de acuerdo, lo que es seguro es que una de las maneras más efectivas de cumplir las normas es que le ‘toquen’ el bolsillo a los usuarios. De esta forma, se han modificado las sanciones por exceso de velocidad quedando de la siguiente manera establecidas.
Como ves, las sanciones comenzarán a llegar en el momento en el que superemos en 1 km/h la velocidad máxima permitida. Su cuantía en todos los casos será de 100 euros (50 € con el pronto-pago) y no acarreará la pérdida de puntos del carnet de conducir. A medida que vayamos ‘aumentando el ritmo’ nuestro bolsillo y permiso de circulación se verán más afectados: