La Organización Mundial de la Salud (OMS) expuso ayer nuevas recomendaciones de ruido ambiental para los países. En lo que respecta al tráfico de vehículos, el organismo limita el ruido saludable a los 53 decibelios, 45 si es de noche. El nuevo límite queda así 12 dB por debajo del nivel diurno recomendado (65 dB) y 37 por debajo del provocado en una situación de tráfico convencional, 90 dB.
Las nuevas pautas, presentadas oficialmente por la Oficina Regional para Europa de la organización, y de las que informa Europa Press, han sido establecidas a través de un marco metodológico “exhaustivo y riguroso” y animan a los gobiernos europeos a que tomen nota de ellas para aplicarlas en sus países.
Todo exceso de ruido puede ocasionar trastornos del sueño, problemas auditivos y enfermedades cardiovasculares. Así lo estipula la OMS, destacando el producido por el tráfico, la principal fuente de ruido ambiental. El sonido producido por los vehículos causa “numerosos problemas de salud, como el insomnio”, afirman desde la institución.
Por ello instan a autoridades regionales y nacionales a adaptar las carreteras y autopistas. En este sentido, apuestan por la insonorización, alejándolas de las zonas residenciales. Los nuevos límites de la OMS son similares a los establecidos para los ferrocarriles (54 dB) y aviones (45 dB).
En España, la legislación sobre el control del ruido está delegada a los ayuntamientos, que cuentan con sus propias normativas. Éstas incluso varían dependiendo de la zona, siendo más restrictivas en áreas cercanas a hospitales o centros de enseñanza. Por eso es importante, primero mantener en buen estado el coche y, segundo, no provocar más ruido del necesario.
Esta última exigencia implica la prohibición de circular por la ciudad con sistemas de escape libre o resonadores. Se trata de una acción muy grave que, en casos extremos, puede acarrear la retirada del vehículo. Hacer ruido adrede con el claxon o circular con la música muy alta conllevan sanciones de 90 a 300 euros, dependiendo del municipio.
Especialmente contaminante y molesto resulta el sonido del claxon. Su uso está regulado por el artículo 110 del Reglamento General de Circulación, aunque las normativas anti ruido de las ciudades sancionan específicamente su abuso, como ya se ha mencionado.
Como norma general, se podrá tocar el claxon sólo si hay un inminente peligro de accidente o en caso de auxilio a otras personas (traslado de heridos). Además, la legislación obliga a tenerlo operativo en el coche, de lo contrario el propietario podrá enfrentarse a una multa de 200 euros.