Si viajas a Francia ten en cuenta que, desde hoy, el límite de velocidad en las vías secundarias es de 80 km/h; y no de 90 km/h como hasta ahora. Esta es la última medida puesta en marcha por el gobierno liderado por Emmanuel Macron. Con ella que se espera salvar entre 350 y 400 vidas al año. Recordemos que en el país galo fallecen cada año entre 3.500 y 3.600 personas en sus carreteras, a los que hay que sumar 75.000 heridos de los que la tercera parte termina con lesiones irreversibles.
Esta iniciativa lleva el sello de Edouard Philippe, primer ministro galo; aunque se ha encontrado el rechazo del 75 % de los franceses. Entre ellos se incluye Gérard Collomb, ministro del Interior. Este no participó en el anuncio de la medida y estuvo ausente durante la comparecencia que anunciaba los cambios de normativa. El propio Philippe señala la velocidad como factor de riesgo. Y admite que los primeros días serán de pedagogía antes de comenzar a sancionar.
Para ponernos en contexto, en Francia fallecen en accidente 54 personas por cada millón de habitantes, una media que supera a la continental, establecida en 51; mientras que en España tenemos una media de 37. En nuestro país son muchos los movimientos que hubo con el anterior Gobierno para cambiar los límites de velocidad. Del mismo modo que ha habido voces que han solicitado aumentar el límite en autovías y autopistas y pasarlo de 120 km/h a 130 km/h. Aunque también los ha habido que han pedido bajarlo en las vías secundarias de 100 km/h a 90 km/h. Esto supondría una marcha atrás a uno de los cambios que hizo el anterior Ejecutivo. Aquel elevó en 10 km/h la velocidad máxima en la red secundaria; pasando de 90 km/h a 100 km/h.
Sin embargo, la llegada de Pere Navarro a la jefatura de la DGT hace pensar que iniciativas de este estilo podrían ponerse en marcha en no demasiado tiempo. Fue precisamente durante su mandato cuando se redujo la velocidad máxima de las autovías de 120 km/h a 110 km/h; cuando se plagaron nuestras carreteras de radares; quien impulsó el carnet por puntos; y con el que se redujeron las víctimas mortales en nuestras carreteras en un 55 %. Sin embargo, sin él al frente de la DGT, esta tendencia no se pudo mantener pues entre 2014 y 2017 ha habido un repunte de víctimas mortales.