Comienza la cuenta atrás para la llegada del Decreto Ley que traspase las competencias sobre las licencias VTC a las Comunidades Autónomas y que ponga paz en la guerra abierta entre los taxistas y los propietarios de este tipo de permisos para el transporte de viajeros. Sin embargo, un dato que ahora se ha dado a conocer llama poderosamente la atención: Cabify, una de las compañías que más licencias VTC en nuestro país, ha presentado unas cuentas en las que imperan los números rojos. Y sus pérdidas aumentan con respecto al ejercicio anterior.
Según señala El País con datos del Registro Mercantil, Maxi Mobility Spain, la matriz de Cabify, en 2017 facturó 72,97 millones de euros o, lo que es lo mismo, un 308 % más que en el ejercicio anterior. El motivo de este incremento en su actividad ha sido el aumento de su presencia en las ciudades en las que operaba: Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla. Sin embargo, esta mayor actividad no le ha permitido mejorar sus cifras. Así, si en 2016 mostraba unas pérdidas de 3,56 millones de euros, un año después estas pérdidas se habían incrementado hasta los 3,68 millones en 2017. Para este año 2018, la compañía ha extendido su actividad a Alicante por lo que habrá que esperar para comprobar si esto ayuda a enderezar su balance de resultados.
Y hay más
La compañía Vector Ronda Teleport, que también actúa con la denominación Cabify, muestra una situación peor. En 2017, según revela El País, registró unas cuentas con una facturación de 8,1 millones de euros, lo que supone una caída del 27 % de su actividad. En 2016 salvó el balance con unas ganancias de 32.000 euros, aunque este retroceso en su facturación derivó en unas pérdidas de casi 3 millones de euros en 2017. Y eso que, durante el mismo 2017, la compañía traspasó licencias de VTC por valor de 1,4 millones de euros.
Este último punto tiene una gran importancia, más de la que cabría esperar en un primer momento pues, una de las quejas que desde el sector del taxi ha llegado ha sido el modo en cómo estos permisos se han convertido en una fuente de especulación entre empresas aludiendo a los importantes beneficios que generan para sus protagonistas. Y todo en un sector atomizado en el que el negocio está cada vez más repartido y en el que las licencias de taxi también han sido víctimas de especulación con precios muy superiores a los 100.000 euros.
La última compañía que actúa bajo la denominación Cabify es Rosauro Varo, siempre según fuentes consultadas por El País. Revelan que esta empresa habría carecido de personal contratado durante todo el 2016 y solo empezó a contratar cuando el 2017 estaba bien avanzado. Ese año terminó con 158 trabajadores prevaleciendo los contratos temporales.
Ahora queda preguntarse si este modelo de negocio es sostenible, con profesionales que son autónomos, precios que varían según la hora y unos vehículos empleados de tipo berlina con un precio de compra alto.
La paz social, en el aire
Superado el verano, llegan las semanas en las que debería encontrarse una solución a un problema que se aparcó con la aparición de los turistas estivales en nuestras ciudades. Desde el taxi no se olvidan de sus peticiones y los representantes de las licencias VTC amenazan con una dura batalla en los tribunales. Y, para mayor inquietud de los primeros, hay 9.000 solicitudes de estos permisos en los tribunales que podrían contar con visto bueno del juzgado en los próximos meses.
Así que llega el momento de volver a darle más vueltas a las cifras. La ley refleja que debe haber una relación de una licencia VTC por cada 30 de taxi pero, con los números actuales y con unas 65.000 licencias de taxi por unas 11.200 licencias VTC repartidas por todo el país, la relación queda en 1 a 6. Y esta podría ser inferior cuando entren en vigencia las 9.000 peticiones antes referidas. En ese caso, la relación sería de 1 a 3.
Y todo esto con el agravante de que los VTC no están implantados en todo el territorio nacional, en algunas comunidades aún no han aparecido, por lo que esta relación de 1 a 6 actual ya es inferior en algunas ciudades. ¿La solución? Se han propuesto dos y ninguna es viable, no habrá expropiación de licencias VTC ni se ampliará el número de licencias de taxi.