A veces, que te roben el coche no es lo peor que te puede pasar. Este caso, por ejemplo, lo demuestra. Se trata de un joven de 21 años que puso a la venta su vehículo y, al final, se quedó sin coche, sin dinero y con un ladrón que se burlaba de él, mandándole fotos de su automóvil desguazado.
Para entender la historia, es importante destacar que el propietario del coche, George Wood, puso a la venta su Ford Fiesta plateado a través del MarketPlace de Facebook. Una nueva plataforma que ofrece esta red social para que sus usuarios puedan comprar y vender artículos de cualquier categoría. Es decir, es un “mercado” que realiza la misma función que Wallapop o Ebay, pero dentro de Facebook.
Según ha publicado The Sun, el joven puso a la venta su vehículo en esta plataforma y, poco después, tuvo noticias de un interesado que quería adquirirlo por 300 libras (cerca de 341 euros). Así, después de negociar las condiciones, fijaron una fecha para realizar el intercambio y fue ahí donde ocurrió todo.
Al parecer, el ladrón se presentó sin el dinero acordado. Algo que, en la mayoría de los casos, habría hecho que el propietario no le cediera el vehículo. Sobre todo, cuando se trata de vender algo a un desconocido y no a un familiar, amigo, etc. Sin embargo, tal como expresó el afectado, el comprador le convenció bajo la promesa de realizar una transferencia en pocas horas. Aunque, este pago nunca tuvo lugar.
Al ver que el dinero no llegaba, George Wood decidió enviar al ladrón diversos mensajes para reclamarlo. Y, finalmente, obtuvo una respuesta, aunque no la que esperaba. El mensaje fue: “No recibirás tu dinero, pero recibirás un puñetazo en la boca”.
Ante esto, el joven de 21 años acudió a las dependencias policiales de la zona, para intentar denunciar lo ocurrido. Sin embargo, los agentes le aseguraron que no había nada que hacer, ya que él le proporcionó las llaves voluntariamente. Por ello, decidió que la difusión mediática era la única vía para encontrar su coche. Publicó lo ocurrido en sus redes sociales y añadió una foto de su Ford Fiesta, por si daba la casualidad de que alguien lo encontraba.
Semanas después, la respuesta que obtuvo a su petición de ayuda fue una imagen de su vehículo mientras lo desguazaban. Una imagen que, además, la había enviado el ladrón. Tras verla, Wood se dedicó a llamar a todos los desguaces de la zona, para intentar evitarlo, aunque no pudo llegar a tiempo. Sin duda, una lección que no se le olvidará.