Ford da el siguiente paso en su transformación; selecciona la planta de Valencia como la mejor posicionada para producir vehículos basados en una arquitectura de vehículos eléctricos de nueva generación y asegurar su continuidad.
Los mejores presagios se han cumplido para la planta de Almussafes de Ford. Muchas eran las voces que entonaban un posible cierre de una de las factorías más longevas de nuestro país dentro del sector de la automoción ampliando ahora su historia con la adjudicación de la nueva plataforma destinada a vehículos eléctricos, GE2. Sí, Ford Europa acaba de confirmar que la planta valenciana será la encargada de ensamblar los futuros modelos basados en la nueva arquitectura de vehículos eléctricos siendo una realidad para la segunda mitad de esta década a falta aún de confirmación.
La planta valenciana se ha impuesto así sobre la de Saarlouis (Alemania), que también aspiraba a la plataforma. Se trata de una “muy buena noticia tras un proceso de negociación muy duro en el que ha concurrido mucha competencia”, tal y como ha destacado la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, a la salida de la sesión de control en el Congreso, Reyes, Maroto.
Tras varias reuniones en Almussafes infructuosas, el sindicato mayoritario UGT alcanzó ‘in extremis’ el pasado 27 de enero en Colonia el Acuerdo por la Electrificación: un plan de ajuste como propuesta valenciana para convencer a la compañía que contempla medidas de “contención salarial”, con aumentos no trasladados a las tablas salariales, y de flexibilidad laboral. Tras a este acuerdo, se abrió un periodo de consultas en ambas fábricas que ha durado cinco meses.
La factoría valenciana, con 5.971 empleados, es empresa tractora de la industria de la automoción de la provincia y de la Comunitat Valenciana, donde también se asentará la gigafactoría de celdas de Volkswagen de Sagunto.
La adjudicación supone para la factoría valenciana una garantía de continuidad más allá de 2025, ya que Almussafes, después de perder la producción del Ford Mondeo este año, preveía dejar de fabricar el resto de modelos progresivamente hasta quedarse solo con el Kuga en 2025, que supone la mitad de la producción actual. Ahora, tendrá los pedidos de los nuevos modelos eléctricos.
Cuando llegue dicho momento, de las líneas de producción de Almussafes es previsible que salga tanto la versión 100% eléctrica del Ford Puma como la inmensa mayoría de vehículos comerciales, sector en el que Ford ha volcado gran parte de su apuesta. De hecho, el objetivo de la firma americana es vender 600.000 coches cero emisiones para el 2026.
Traer nuestra arquitectura completamente nueva de vehículos eléctricos a Valencia nos ayudará a construir un negocio rentable en Europa, asegurar empleo de alto valor y aumentar la oferta de Ford de vehículos eléctricos premium, de alto rendimiento y totalmente conectados que satisfagan la demanda de nuestros clientes europeos”, ha confirmado Stuart Rowley, presidente de Ford Europa y Director de Transformación y Calidad, Ford Motor Company, quien también ha añadido que “estamos acelerando nuestra transformación en Europa, reinventando la forma en que hacemos negocios y construyendo un futuro en el que vehículos increíbles y el enfoque incesante en la experiencia del cliente van de la mano con la protección de nuestro planeta”.
En cuanto a sus previsiones para el suministro de baterías de la fábrica de Almussafes, Rowley ha evitado precisar qué proveedores se barajan, pero ha señalado que hay varias “potenciales fuentes” y que la firma intentará “suministrarse domésticamente desde Europa” de estos componentes. Si bien, el presidente de Ford Europa ha reiterado, como ya avanzó en mayo, que los próximos pasos serán “reestructurar las fábricas de Almussafes y Saarlouis” dado que el proceso para la producción de vehículos eléctricos requiere “menos empleados que la fabricación de un modelo al uso”.
El hecho de que Almussafes le haya ganado la partida a Saarlouis no evitará que la firma del óvalo siga apostando por las factorías alemanas. El vanguardista Centro de Electrificación de Colonia comenzará su producción a finales de 2023 y el país germano se convertirá tanto en la sede de su negocio europeo Model e como en la ubicación de su primera producción europea de vehículos eléctricos. Respecto a la situación de Saarlouis cuando, a partir de 2025, cese la producción del modelo Focus, Rowley ha explicado que se ha abierto un proceso para buscar “nuevas oportunidades para la planta alemana” confirmando que, en la actualidad, no existe un plan industrial para dicha factoría más allá de esa fecha.