El canto del cisne ha llegado para el Koenigsegg Agera. Uno de los superdeportivos más radicales del planeta dice adiós, y lo hace de una de las mejores maneras que podría hacerlo, con una edición especial muy exclusiva. Tanto es así que el Koenigsegg Agera RSR es una edición limitada solo para el mercado japonés, con tres únicos afortunados dueños que disfrutarán de un coche como ningún otro.
Christian Von Koenigsegg confirma la desaparición del Agera de una manera muy especial, pues esta edición especial da paso por fin a un nuevo superdeportivo todavía más radical por parte del fabricante sueco, el Regera. Japón ha sido la afortunada de recibir tres unidades únicas que reciben una denominación muy especial. Ahora bien, que no te engañe eso de “RSR”, pues las modificaciones son más bien escasas.
Basada en el Agera RS, la versión más radical del modelo, introduce un nuevo paquete aerodinámico, un alerón trasero ajustable y la posibilidad de retirar el techo. Son cambios bastante nimios, aunque lo interesante es también la personalización, pues ninguno de los tres Agera RSR son iguales. Haciendo gala del uso de la fibra de carbono, está presente y a la vista en carrocería y llantas, pero el acabado es distinto: uno turquesa, otro negro y otro blanco, todos con detalles a contraste específicos. No llega, eso sí, a la personalización única del Agera RS Naraya que conocimos hace solo unos días.
El apartado mecánico no se ha actualizado, ni falta que hace. Sigue siendo uno de los superdeportivos más rápidos y radicales del mercado. En posición central descansa un bloque V8 doblemente sobrealimentado capaz de desarrollar un total de 1.160 CV de potencia. Le basta para acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 2,9 segundos y alcanzar una velocidad punta de unos 400 km/h. Seguro que es suficiente para disfrutarlo en la autopista de peaje sin límites de Japón.
