Koenigsegg tiene una gama de producto de lo más interesante, con cada vez más modelos y todos ellos más especiales. Si cabe. Y digo si cabe porque la personalización ha llegado a límites insospechados también a la marca sueca, que presenta ahora una de sus últimas entregas, concretamente el primer Koenigsegg Agera RS en Europa. Y no se queda corto con una decoración especial que mezcla fibra de carbono azul y oro.
El Koenigsegg Agera RS es un superdeportivo extremo, una preparación límite de fábrica para uno de los coches más rápidos del planeta. Es tan especial que las entregas se están realizando con cuentagotas, a pesar de que los clientes ya han aceptado que los Koenigsegg son algunos de los mejores superdeportivos del planeta. Para enfatizarlo, el primer cliente europeo ha decidido encargarlo de una manera muy especial.
Si ya es extremo a simple vista, el primer comprador europeo, cuya identidad se desconoce, lo ha encargado con un acabado en azul para la fibra de carbono que cubre la carrocería, un material que llega también a las ligeras y tecnológicas llantas. Lo mejor de todo es que no se ha conformado solo con el color de base, sino que los detalles debían ir rematados en oro. Y hablamos de oro de verdad, no de una pintura similar.
Koenigsegg ha enviado el coche a Etore “Blaster” Callegaro, un especialista artesano italiano que ha sido el encargado de darle el toque de oro al superdeportivo. Los detalles como los emblemas, la franjas decorativas, el embellecedor del escape o los aditamentos aerodinámicos han sido cubiertos de oro de 18 quilates, lo que demuestra que un vehículo de varios millones no tiene problemas en exhibirse con un tinte dorado. Incluso el habitáculo ha sido decorado con este material tan noble.
La creación a la que han dado vida Koenigsegg, el propietario y el artesano italiano tiene nombre: Naraya. Y es que un modelo tan especial solo puede tener una identidad propia, nombre incluido.