Jaguar se pasó al lado eléctrico en 2018 lanzando a la venta el revolucionario I-Pace, cuyo diseño exterior e interior es sinónimo de calidad y alta tecnología. El SUV eléctrico, con hasta 470 km de autonomía bajo la homologación WLTP, posee dos motores que, en conjunto, aportan 400 CV de potencia. Una configuración que ha determinado el diseño de la carrocería y el habitáculo.
En este la posición del volante se queda a medio camino entre una berlina y un SUV. Es alto, pero sin exagerar y está rodeado de un salpicadero muy cuidado en sus detalles. Predomina el empleo de molduras acabadas en aluminio, junto con otros remates en negro brillo. Pero lo que de verdad le da al Jaguar I-Pace ese toque interior de coche del futuro es su cuadro totalmente digitalizado.
Estas cobran protagonismo una vez subimos al coche. Se trata del inédito sistema Touch Pro Duo de Jaguar, con todos los instrumentos y controles del coche integrados en ambas pantallas centrales. La superior sirve como cualquier otra pantalla central, integrando todas las funciones del vehículo. La inferior, en cambio, se centra en la climatización, que además integra dos ruletas multifunción que complementa la función táctil.
La tercera pantalla del Jaguar I-Pace es la del cuadro propiamente dicho, que no es táctil. Muestra la información y parámetros del coche de forma estructurada y sencilla. La apariencia y menús se pueden configurar, mediante los botones multifunción del volante. Asimismo, también aparece el estado de la batería y los kilómetros de autonomía restantes.
En cuanto a la habitabilidad, el I-Pace, como todo buen SUV de gran tamaño, va sobrado. Ya lo hemos probado y sobre todo destaca la fila de asientos traseros. La enorme distancia entre filas abre un gran hueco para descansar las piernas. En cuanto a la altura del techo, sin ser una de las mejores de entre sus rivales, es suficiente para albergar a personas altas, de más de 1,80 m.
El maletero, en cambio, no es de los más amplios de su segmento, con 505 litros, por lo que se ve superado por el Audi e-tron, con 600 l. Abatiendo los asientos traseros, sin embargo, se puede ampliar la capacidad hasta los 1.163 litros. Además, para acceder a él, según versión, es posible abrirlo mediante la función manos libres, pasando el pie bajo el paragolpes. Adicionalmente, bajo el capó delantero existe otro hueco para albergar objetos de 27 l.
Fotos (interactiva y estáticas): Paloma Soria.