El pasado lunes AECA-ITV, la asociación que concentra el grueso de Centros de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de nuestro país, solicitó al Gobierno central el cierre de los centros de ITV durante el Estado de Alarma como estaba sucediendo en algunas Comunidades Autónomas, son competencias transferidas. Entendían que los trabajadores estaban expuestos al coronavirus y que sería razonable prorrogar los exámenes, una petición que finalmente ha sido escuchada y aceptada.
En un escrito remitido desde el Ejecutivo se indica que “de conformidad con la disposición adicional 3ª del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, los plazos que imponga la administración para efectuar inspecciones quedan suspendidos“.
Y añaden: “Por tanto, durante este periodo, la obligación de pasar inspecciones técnicas prescritas en la reglamentación queda en suspenso, de forma excepcional”.
AECA-ITV, solicitó al Gobierno el pasado lunes el cierre de los centros a modo preventivo para evitar la propagación del coronavirus. Entendían que se encontraban en una situación de vulnerabilidad, a pesar de estar incluidos entre los sectores que han de continuar con su actividad tras el Real Decreto 463/2020, y que este cierre debería ir aparejado a una prórroga en la caducidad de la ITV en el tiempo que dure el Estado de Alarma.
Desde la misma asociación apuntaban a que al ser una competencia transferida a las comunidades autónomas, cada una estaba procediendo de una forma muy distinta. Así, mientras en la mayoría de las regiones seguían abiertas, en otras como Extremadura, Andalucía, Asturias y Navarra se habían cerrado y, según apuntaban desde el ente, había otras que podrían seguir el mismo en las siguientes horas..
Además, ya denunciaban algunos casos desagradables como la personificación de dotaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado preguntando por la situación y cerrando los centros.
Apuntaban a que en España había más de 500 centros de ITV y que había escasez de guantes, mascarillas y demás material que se recomendaba utilizar para prevenir el contagio. Además, son estaciones que, además de estar al aire libre la mayoría, soportan el paso de numeroso público todos los días por lo que el personal de trabajo está expuesto al coronavirus.
Entonces indicaban que en una situación como la actual debe prevalecer la salud y seguridad de los ciudadanos y que hay que contener la progresión de la enfermedad y que esto debe estar por encima de derechos y obligaciones.
Por ello solicitaron que esta suspensión de actividad debía ir aparejada a una prórroga en los plazos de caducidad de la ITV de los vehículos y esperar a que finalice el periodo de confinamiento para que cuando los usuarios vuelvan a la normalidad puedan a acudir a sus estaciones de inspección técnica estableciendo unos plazos a cumplir estas revisiones periódicas sin miedo a ser multados.
Finalmente, desde el Ejecutivo se ha escuchado esta petición y se ha cumplido con su demanda: centros cerrados y prórroga en la caducidad de los etiquetados.