Cada vez son más los usuarios que optan por realizar una revisión previa a la ITV. Los expertos de Norauto nos confirman cuáles son los que más se repiten.
Tener el coche en perfectas condiciones debería ser algo obligatorio por ley. Quizá por eso la DGT ha iniciado esta semana una campaña de vigilancia sobre el mantenimiento del coche. Pero por desgracia, muchos son los conductores que descuidan su vehículo y solo se preocupan por él cuando se acerca la hora de pasar por la ITV. Es la forma que tienen de asegurarse de que su coche está en perfectas condiciones y así evitar un resultado negativo o desfavorable.
Desde Norauto, la cadena de mantenimiento integral del automóvil, aseguran que desde la pandemia son muchos los usuarios que han solicitado el servicio de revisión pre-ITV con el fin de llegar más tranquilos a la inspección y, sobre todo, de pasarla satisfactoriamente. En concreto, en sus talleres este servicio ha crecido en nada menos que un 50%.
Una solución preventiva que en muchos casos asegura ese examen positivo ya que según los expertos de la cadena de mantenimiento, muchos de los coches que llegan a sus líneas quizá no pasarían la ITV. Y es que son muchos los vehículos que cuentan con fallos siendo los relacionados con el alumbrado y la señalización los más comunes: bombillas fundidas, intermitentes que no funcionan, ajuste incorrecto del alumbrado, etc.
Dependiendo de en qué casos, algunas de estas irregularidades puede provocar que la inspección acabe siendo negativa, sobre todo cuando hablamos de una luz que ilumina más alto de lo normal y que, por lo tanto, puede deslumbrar al resto de conductores. A los fallos relacionados con el alumbrado le siguen los problemas relacionados con la suspensión, los neumáticos y la dirección. En cuarto lugar y también con un elevado número de incidencias están los relacionados con las emisiones, (tercera posición) o los frenos (cuarto lugar). Por supuesto, todos estos fallos pueden ser motivo suficiente para tener una ITV defectuosa o negativa. Desde Norauto se recuerda que tener una ITV desfavorable supone que haya que reparar los defectos graves que se han localizado, pudiendo llevarse el coche al taller para solucionarlos. Sin embargo, si la ITV es negativa, el vehículo debe ser remolcado en grúa hasta el taller para su reparación ya que el automóvil no está en condiciones para seguir circulando con seguridad.