Audi tiene previsto participar en el Dakar 2022. Ya está trabajando en el coche. Y lo hará con un vehículo eléctrico. Su intención es la de revolucionar la competición como ya lo hiciera en el Mundial de Rallys en la década de los 80. Sin embargo, su reto no será fácil: las actuales baterías no soportan las distancias que conllevan las etapas del Dakar por lo que han tenido que recurrir a una ingeniosa fórmula para poder llegar al final de etapa.
Al frente del proyecto está Andreas Ross, quien ya dirigió al equipo de los cuatro aros en el DTM (el campeonato de turismos alemán), aprovecha parte de la infraestructura que ya ha desarrollado para el equipo de la Fórmula E y tendrá como partner en la cita dakariana a Q Motorsport, el equipo liderado por Sven Quandt que ya dirigió los designios del equipo MINI (vencedor de las dos últimas dos ediciones).
Vehículo eléctrico de autonomía extendida, la fórmula elegida por Audi para el Dakar
En la presentación del proyecto se ha aludido a que el vehículo eléctrico de Audi ya está muy avanzado. Aunque queda mucho trabajo por realizar. Se ha decidido por un vehículo eléctrico de tracción total. Contará con un motor sobre cada eje. Y a estos se añadirá un tercer motor que se encargará de generar la electricidad aprovechando muchos momentos de la competición.
A estos añadirá un motor, el TFSI que empleaba Audi en el DTM parar generar la electricidad que necesite durante la competición y llegar así a meta, de ahí que se le considere vehículo eléctrico de autonomía extendida. Roos apunta a que “el motor se utiliza para cargar la batería en las etapas especiales durante la conducción puesto que no existe otra forma de hacerlo en el desierto”.
Sin embargo, la voluntad del equipo Audi para el Dakar es la de realizar los enlaces en modo completamente eléctrico y minimizar el uso del motor térmico para generar electricidad.
Un nuevo desafío
Desde el equipo señalan que la estructura del vehículo está prácticamente definida. Aunque son conscientes de que este conllevará numerosos cambios una vez se ponga en pista. Y es que, aunque no será la primera vez que un vehículo eléctrico participe en la competición, si que será la primera vez que un coche se presente con la intención de buscar buenos tiempos en las etapas y la general, no solo de completar las etapas.
Han de poner a punto la mecánica, que necesita una respuesta diferente a la vista en la Formula E, así como las suspensiones y demás componentes para los nuevos pesos que va a conllevar este vehículo, especialmente con el que conllevan las baterías.
Por el momento no se ha aludido a la lista de pilotos que podrían ponerse al volante aunque Carlos Sainz ya dijo que había tenido las primeras conversaciones con la marca. Aunque no hay nada decidido. Ni firmado.
Se de la casualidad que el piloto español ha participado este fin de semana pasado en la primera cita de la Extreme E, una competición de todoterrenos eléctricos en la que comparte equipo con Laia Sanz y en la que también están involucrados Lewis Hamilton, Nico Rosberg o Jenson Button, y que se posiciona como una excelente primera toma de contacto con esta tecnología y las carreteras fuera de pista.
Además, el Grupo Volkswagen, matriz de Audi, también está presente aquí con el equipo Cupra. Y, por otro lado, Sainz ya compitió con Volkswagen en el Dakar. Fue la marca con la que debutó en las arenas del desierto africano y con la que logró su primer touareg.