Los coches de Tesla en el punto de mira.
Un Tesla Model S se ha incendiado en una estación se supercargadores que tiene la propia firma en Shangai, China. Las llamas afectaron también a otro vehículo del mismo modelo que estaba estacionado en el cargador colindante.
Al parecer, el vehículo no estaba conectado a la carga cuando empezó el incendio. De momento, se desconoce cuál fue el origen del fuego, aunque Tesla está investigando si se produjo dentro de la cabina del vehículo o si lo provocaron factores externos como una colilla o un elemento inflamable.
El personal de la estación utilizó extintores de polvo seco para apagar las llamas. Las baterías de litio que equipan los Tesla explotan cuando entran en contacto con agua, por lo que las estaciones de carga están equipadas con este tipo de extintores que consiguen controlar el incendio sin provocar daños mayores.
Tesla ha declarado que, por suerte, nadie ha resultado herido en el incidente. El coche, sin embargo, ha quedado reducido a cenizas y el vehículo que estaba a su lado tendrá que pasar una larga temporada en el taller si quiere volver a circular.
A finales de año pasado, un Tesla Model S P90D empezó a arder en plena calle en Francia. Los dos clientes y un empleado de la marca escucharon un ruido extraño procedente del vehículo y, al ir a comprobar su estado, estaba envuelto en un manto de llamas. En ese caso, el incendio fue producido por una conexión eléctrica mal ajustada.
En enero de 2016, un cortocircuito en la caja de fusibles de otro Model S provocó que el vehículo acabara completamente calcinado en Noruega. El coche estaba conectado a un supercargador en el momento en el que empezaron las llamas.
Más llamativo aún fue lo ocurrido en 2013. En ese año, se produjeron tres incendios en los que estuvo implicado un Tesla Model S. Aún se desconocen las causas que los provocaron y Tesla sigue investigando esos sucesos.
