Según un estudio, al menos un 10% de los conductores ha sufrido un siniestro o percance por problemas de iluminación de su vehículo
Los sistemas de iluminación de los coches han dado un salto evolutivo enorme. Desde los segmentos más bajos, la mayoría de los modelos ya opta por incluir la tecnología LED en sus grupos ópticos, mejorando significativamente la visibilidad para, en los estratos más altos, hacer uso de tecnologías como la LED matricial o la LED láser.
Sin embargo, según se desprende del estudio “¿Qué importancia damos a la iluminación del vehículo?” elaborado por Lumileds y la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), un 10% de los conductores habría sufrido un siniestro o percance de tráfico por problemas en la iluminación de su coche.
Según el documento la percepción del conductor sobre sus sistemas de iluminación en el vehículo es bastante conformista, aunque comienza a despertar inquietud e interés, especialmente cuando considera la relación de este elemento con su seguridad.
Así, cerca del 82% de los conductores encuestados reconoce que se ha visto inmerso en situaciones de riesgo donde la iluminación deficiente tenía un impacto negativo directo en la conducción, debido a condiciones de baja visibilidad, lluvia o niebla. Conducir de noche por una carretera o un túnel sin iluminar y tener defectuosa la iluminación del vehículo o problemas de visión por parte del conductor lo han sufrido entre el 60% y el 70% de los entrevistados.
Por su parte, el 63% de los conductores españoles considera que los problemas en la iluminación del vehículo son bastante graves y derivan en serias consecuencias. En este sentido, uno de cada diez ha tenido un incidente producido por problemas de iluminación.
Es necesario rejuvenecer el parque
En este sentido, el informe confirma un hecho que es de sobra conocido por todo: el parque de automóviles español está envejecido. Circunstancia que incide directamente en los sistemas de iluminación, provocando que tengan menos cualidades y capacidades que los actuales coches, limitando parte de la seguridad de los modelos. Por ello, los conductores de vehículos de más de diez años consideran que conducir con una mala iluminación nocturna es un factor de riesgo medio, puntuando con un 5,6 sobre 10 la peligrosidad de circular de noche con luces con intensidad y alcance insuficientes, y con un 5,3 sobre 10, conducir de noche con fallo en una de las luces. Además, solo un 26% de los encuestados cree que llevar luces encendidas durante el día reduce el riesgo y ayuda a percibir mejor al resto de usuarios de la carretera.