Ha sido en Australia, con el piloto australiano de rallies de Hyundai Brendan Reeves a los mandos donde el Nexo ha vuelto a conseguir el record de distancia para un vehículo de hidrógeno. Este ha sido su registro.
Es evidente que el futuro cercano del automóvil pasa por la electrificación. Sin embargo, uno de sus grandes hándicaps es, a día de hoy, el recorrido que homologan la mayoría de modelos. Ello, unido a un tiempo de recarga algo lento hasta la implantación masiva de supercargadores, consigue que muchos piensen en otros sistemas de movilidad alternativos.
Hyundai es uno de ellos. Si bien la firma coreana apuesta claramente por la electrificación, la realidad es que es actualmente el único fabricante que ofrece cinco sistemas de movilidad… reales. El quinto elemento: el hidrógeno con su Nexo como gran baluarte. El SUV que emite vapor de agua vuelve a ser actualidad gracias al nuevo récord de distancia que ha conseguido.
Un equipo australiano ha conseguido cubrir nada menos que 887,5 kilómetros sin repostar, superando la anterior marca de 778 kilómetros establecida por el aeronauta francés Bertrand Piccard, también al volante de un Nexo, en su viaje a través de Francia desde Sarreguemines a Le Bourget.
Como ves, Hyundai en general y el Nexo en particular, son dos actores protagonistas asiduos a este tipo de logros. El encargado de marcar dicho hito ha sido el piloto australiano de rallies de Hyundai Brendan Reeves, quien salió desde los campos de Essendon en Melbourne y llegó a Broken Hill, tras 807 km de conducción eficiente con mucha autonomía aun disponible.
El viaje continuó hasta Silverton, una ciudad del interior en las afueras de Broken Hill (más conocida por ser el escenario de la película de acción postapocalíptica de los años 80 Mad Max 2) y el coche recorrió unos 60 km más antes de que el depósito de hidrógeno se agotara en la carretera de Wilangee, pasada la estación de Eldee.
La distancia medida por una unidad de GPS aislada a bordo del Nexo registró 903,4 km, mientras que la distancia de Google Maps mostró 905 km recorridos. Sin embargo, a efectos de la prueba, el propio ordenador de a bordo del coche se utiliza como registrador oficial de la distancia.
El viaje duró 13 horas y seis minutos a una velocidad media de 66,9 km/h. El aviso de bajo nivel de combustible se encendió por primera vez a los 686 km, con más de 200 km de autonomía desde ese punto. La luz de combustible empezó a parpadear a los 796 km, con 90 km de autonomía real restante.
Durante el viaje, el Nexo consumió un total de 6,27 kg de hidrógeno, a razón de 0,706 kg/100 km. Purificó 449.100 litros de aire durante el viaje, lo suficiente para que 33 adultos respiren en un día, ya que su tubo de escape de plástico sólo emitió agua en forma de vapor y gotas durante todo el trayecto. No emitió nada de CO2, mientras que un vehículo estándar con motor de combustión interna habría emitido unos 126 kg de CO2 en la misma distancia. Un representante de la RACV estuvo presente para sellar el depósito del Nexo al comienzo del viaje, y un representante de la NRMA confirmó la validez del sello del depósito al final.