El gremio del taxi vuelve a protagonizar hoy una huelga general, que comenzó a las 6:00 de esta mañana y que se prolongará hasta la misma hora de mañana. Cada ciudad y comunidad tendrá unos servicios mínimos propios, pero hoy muchos usuarios están teniendo dificultades para acceder a un servicio que ayer y mañana volverán a disfrutar con normalidad.
No es la primera parada de actividad que realizan el sector este año, y los motivos que les ha llevado a esta acción y las reivindicaciones que tienen son de todo tipo. En la manifestación de Madrid se espera la presencia de unas 20.000 personas, y el objetivo es bloquear el Paseo de Recoletos, una de las arterias principales de la capital, pues parte de la estación de Atocha Renfe y termina en el Congreso.
El sector del taxi ha visto cómo en los últimos años han florecido todo tipo de servicios de alquiler de vehículos con conductor, un servicio a grandes rasgos similar al del taxi, que se engloban bajo las licencias VTC (Vehículo de Turismo con Conductor) y donde Cabify y Uber son sus grandes exponentes.
Las principales diferencias entre un servicio y otro son, más allá del tipo de vehículo empleado, la decoración de estos y los valores añadidos de uno y otro, que el taxi se puede encontrar circulando por la calle o en una parada específica de este tipo de coches, mientras que los VTC se han de contratar mediante aplicaciones móviles o llamadas para que acudan al punto señalado a recoger el cliente. Aunque, según señala el sector, estos circulan por la ciudad a la espera de ser contratados para recortar el tiempo de espera al mismo tiempo que paran ante las llamadas de los interesados en su uso que los encuentran por la calle. Desde el taxi se entiende que esto es competencia desleal, pues interpretan que solapan sus funciones.
Al mismo tiempo, se creen en inferioridad de condiciones pues señalan que, en lugar de ampliar el número de licencias VTC el Gobierno debería hacerlo con las de los taxi de cada ciudad. Y es que, dos sentencias de las última semanas obligan a varios ayuntamientos a expedir 80 nuevas licencias, y desde el taxi se entiende que con este precedente en la mano, se podrían generar hasta 10.000 nuevos coches VTC cuando en España hay alrededor de 70.000 taxistas. Sin embargo, se quejan que los mismos tribunales obvian una ley que señala que la relación entre VTC y taxis debería ser de 1 de los primeros por cada 30 de los segundos, algo que hoy no se cumple y mucho menos si se cumplen los peores pronósticos del gremio.
Sin embargo, al mismo tiempo el sector del taxi se ha manifestado en repetidas ocasiones por el rechazo a que los ayuntamientos expidan nuevas licencias de taxi pues, en ciudades como Madrid o Barcelona, la especulación ha conseguido que estas licencias tengan precios de entre 150.0000 y 180.000 euros, cuando el trámite de cambio de propiedad ronda los 500 euros. Y nuevas licencias supondría un bajada de sus precios, algo que no todos ven bien, especialmente los que no especulan y han realizado ese esfuerzo económico para poder trabajar.
Pero, cuidado, porque las licencias VTC también son carne de especulación. Si su precio de compra al ayuntamiento de turno es inferior a los 40 euros, hoy día el traspaso entre propietarios fluctúa entre los 40.000 y los 70.000 euros.
Fedetaxi, principal impulsora de la protesta y que representa a 40.000 taxistas de todo el país, ha creado un documento en el que plantea varias demandas para el sector:
Además, son muchas las denuncias sobre la fiscalidad que realizan las empresas que regentan el mayor número de estas licencias VTC (Uber y Cabify), pues creen que tributan en otros países y no en España, aunque estas ya se han encargado de aclarar que cumplen con la Hacienda española como cualquier empresa.