Inesperado giro de acontecimientos en los últimas horas en los planes de Fernando Alonso para la temporada de 2020. Aunque, de confirmarse y analizado con un poco de perspectiva, no debería sorprender demasiado. El acuerdo del campeón español con Andretti Autosport para la disputa de la próxima edición de las 500 Millas de Indianápolis estaba cerrado a falta de visto bueno de Honda, el cual no ha llegado.
Según informan desde la revista estadounidense Racer, la firma japonesa habría vetado la participación de Alonso con Andretti en la Indycar, al menos a correr con su motor (en esta competición solo hay dos motores presentes: Honda y Chevrolet) por lo que el acuerdo entre ambas partes queda en el aire.
De hecho, ambos negociaban sumar varias carreras de preparación previas a la cita de Indianápolis que servirían a Alonso de preparación de la prueba y para que ambos luzcan patrocinadores.
En la decisión del fabricante nipón habrían pesado las constantes críticas de Alonso a sus motores cuando este era el proveedor de propulsores de McLaren en la Fórmula 1. Se trata de una época gris en la historia de las partes pues el regreso de Honda al Gran Circo se vivió con una gran ilusión por la posibilidad de reverdecer viejos laureles, aunque esta se perdió pronto ante los constantes problemas y la falta de potencia y experiencia en la última generación de mecánicas les llevó al fondo de la clasificación a una de las escuderías con mejor palmarés de la competición. Y eso cuando terminaban las carreras.
Este hecho provocó que McLaren perdiera un importante número de patrocinadores, los cuáles aún no ha recuperado aunque vuelve a rondar las plazas de podio. Fernando Alonso fue quien propuso el cambio de motores en los monoplazas británicos, algo que logró en 2018 con el cambio de Honda por Renault.
Además, Alonso llegaba tras varios subcampeonatos en Ferrari y pronto mostró el aburrimiento que le suponía dar vueltas a los circuitos sin opción a luchar por nada, algo que le llevó a criticar en numerosas ocasiones a Honda.
Ahora ha sido Honda quien ha decidido devolvérsela a Alonso en un campeonato en donde es el máximo favorito y donde equipa a la mitad de la parrilla. A esto se suma que el piloto español está vinculado con Toyota, con quien recientemente disputó el Dakar, el enemigo natural de Honda en el mercado japonés, algo que tampoco ha gustado demasiado.
Queda por ver si desde el equipo Andretti logran hacer cambiar de opinión al constructor, aunque parece difícil, lo que cerraría muchas puertas al piloto en la Indycar. Aunque no todas. McLaren tendrá desde este año equipo permanente en el certamen estadounidense después del ridículo hecho el año pasado, donde no superaron la calificación. Cuenta con dos pilotos confirmados para todo el año. Y equipará motores Chevrolet. Y tiene la capacidad de poner un tercer coche en la parrilla en algunas pruebas.
Alonso se desvinculó del equipo británico al término de 2019, pero hay buena sintonía entre las partes por lo que podrían volver a formar equipo tanto en las 500 Millas de Indianápolis como una selección de pruebas de la misma competición. Esto le podría llevar a formar parte del plantes del equipo de Fórmula 1 en alguna tanda de entrenamientos y a ser piloto reserva en algún Gran Premio. Y en el horizonte se atisba el interés de McLaren de regresar a las 24 Horas de Le Mans.