Un nuevo sistema de vigilancia instalado en diez de los nuevos vehículos patrulla de la Guardia Urbana de Barcelona ha permitido detectar unos 1.500 coches robados en las calles de la ciudad Condal en los últimos seis meses. En este tiempo, las cámaras han podido analizar casi 700.000 vehículos.
Se trata de un novedoso sistema que se encuentra integrado en el puente de luces giratorias, según señala El Periódico. Cuenta dos cámaras lectoras de matrículas, cada una situada a un extremo de este equipo luminoso del techo, y en tiempo real analiza las cargas que pesan sobre los vehículos con los que se cruza o se encuentra aparcados en la calle.
En caso de detectar un vehículo en situación irregularidad, este sistema transmite a una pantalla a la vista de los agentes. Lo ubica. Lo identifica. Y, a partir de aquí, los agentes ya solo tienen que proceder como corresponde.
Cotejar datos
Este sistema analiza y coteja las matrículas con las bases de datos de vehículos robados y las que aparecen en el Instituto Municipal de Hacienda. Esto ha permitido, no solo identificar vehículos robados sino, también, encontrar a 221 vehículos sobre los que pesaba un requerimiento policial y 617 que habían sido precintados y que tenían prohibida su circulación. El sistema se actualiza cada día por lo que siempre está a la última de las altas y las bajas de estos listados.
Pero no solo eso. El equipo está preparado para identificar también vehículos que circulan sin la ITV superada, los que no tienen contratado el seguro obligatorio o los vehículos que no pueden acceder a una zona de la ciudad por restricciones de circulación por episodios de alta contaminación.
Este equipamiento que estrenó la Guardia Urbana de Barcelona hace unos meses no descansa nunca. Ni siquiera de noche o cuando las cosas se ponen difíciles. El sistema de vigilancia también funciona con visores nocturnos de manera que pueden identificar las matrículas por la noche, en túneles, en la sombra o en un aparcamiento.