La Guardia Civil podrá controlar las llamas que han realizado los implicados en un accidente.
A partir de ahora, en caso de accidente, independientemente de la gravedad de este y siempre que intervenga la Guardia Civil y levante un atestado, los agentes podrán solicitar una autorización judicial para comprobar si se utilizó el teléfono móvil en los momentos previos a que se produjera un accidente.
Tendrán que pedir al juez el rastreo de las llamadas y en ningún momento podrán coger el teléfono de alguno de los implicados y consultar dichas llamadas por su propia cuenta.
La DGT tiene el uso del móvil en el punto de mira. En su empeño por reducir las cifras de mortalidad en nuestras carreteras y reducir los siniestros que se producen por distracciones se han fijado en el uso del Smartphone como uno de los grandes causantes de nuestras distracciones. No en vano, el teléfono móvil aumenta las posibilidades de sufrir un accidente en un 20 %.
Un análisis que no será determinante
A partir de ahora serán los agentes de la Guardia Civil de Tráfico los que remitan al juzgado sus sospechas sobre el uso del móvil en el momento de que se haya producido un accidente. Tras esto, necesitan del apoyo y el aval de la Fiscalía. Y solo en caso de lograrlo, podrán conocer si se realizó si los implicados estaban hablando en el momento del accidente o si se cortó la llamada justo cuando este se produjo.
El principal problema que se encontrarán los agentes será dirimir si este uso se estaba realizando a través del Bluetooth, lo que sí es legal, mientras que el juez tendrá que decidir si este uso del Smartphone ha sido clave en el accidente.
El uso del teléfono móvil al volante conlleva una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné de conducir. Sin embargo, en caso de que un juez decida que el uso del móvil ha sido causante de un accidente, el siniestro podría ir por vía judicial y estaría castigado con penas de cárcel.
Aplicaciones que avisan de controles
La DGT también está en contra de las aplicaciones que avisan de la presencia de un control de la Guardia Civil, ya sea de velocidad o de alcoholemia y consumo de drogas. Desde la dirección de la entidad han detectado que solo unos minutos después de montar estos controles, se reduce el tráfico.
Así, esperan poder hacer rastreos también del uso de aplicaciones móviles que avisan de estos controles. Recuerdan que la publicación de una foto en una red social conlleva una multa de hasta 30.000 euros.
Sin embargo, resultará difícil interferir en el uso grupos de mensajería instantánea o aplicaciones donde se señaliza la presencia de estos controles. Eso iría en contra de la privacidad de las comunicaciones.