Hasta ahora, los compradores de un vehículo del gigante alemán que contaban con el software irregular que altera las emisiones según las condiciones de marcha, se podían beneficiar de indemnizaciones que variaban entre los 500 euros y el 10 % del precio de compra del vehículo. Esta es la primera vez que un juzgado obliga al Grupo Volkswagen a devolver el dinero íntegro de un coche afectado por el dieselgate en España, aunque en Estados Unidos ya suma varias sentencias en contra.
La historia es similar a las relatadas anteriormente por otros clientes en España. Según recoge Autopista, a finales de 2012, un vecino de Manacor (Islas Baleares) se decidió a adquirir un Skoda Yeti con mecánica ‘Greenline’, la línea ecológica de la marca, tal y como rezaba su publicidad de entonces. Este fue uno de los motivos que decantaron al comprador a adquirir este vehículo y no otros que también barajó.
Sin embargo, el diéselgate dio al traste con las pretensiones de reducir al mínimo el impacto medioambiental de su automóvil, por lo que el propietario del vehículo se decidió a iniciar acciones legales contra la marca por el engaño.
Sentencia sin predentes
El caso se admitió a trámite en el Juzgado de Primera Instancia Nº 4 de Manacor, y tras el proceso judicial, el letrado Tomás Sánchez dictó la sentencia por la que condenaba al Grupo Volkswagen a devolver al denunciante el coste que tenía el coche en el momento en el que se compró (19.378,11 euros) así como asumir los costes del juicio.
El letrado justifica su fallo aludiendo a que el comprador fue engañado pues el vehículo no se adecuaba a las condiciones que basaron la compra con una “objetiva insatisfacción” por parte del comprador.
Esta sentencia es firme aunque puede ser recurrida ante la Audiencia de Palma. El interés que tiene este proceso es muy alto para aquellos afectados por el caso dieselgate en España pues puede crear jurisprudencia y animar a otros interesados a denunciar.
Ford, nueva marca en el punto de mira
Volkswagen no ha sido la única marca que ha visto cómo las autoridades investigaban sus niveles de emisiones. A esta se sumaron el Grupo PSA y Renault y se puso a la industria alemana de la década de los 90 en el punto de mira de las autoridades de aquel país. Y ahora le llega el turno a Ford.
Un grupo de propietarios de las pick-up Ford-F250 y Ford F-350 Super Duty fabricadas entre los años 2011 y 2017 podrían contar con un software similar al empleado por Volkswagen para alterar los niveles de emisiones, según refleja Autonoción. Este sistema afectaría a unas 500.000 ‘camionetas’ y el sistema también habría sido desarrollado por la alemana Robert Bosch.
En la demanda se pide que se les indemnice con 8.400 dólares (6.900 euros) por daños y perjuicios pues consideran que se infringen hasta 58 normativas de la “ley del consumidor estatal, publicidad falsa y extorsión organizada”.
La respuesta de Ford no se ha hecho esperar y señala que “todos los vehículos Ford cumplen con las regulaciones de emisiones de la EPA y CARB”.