Publicar o enviar imágenes de un accidente está sancionado.
En una época en que la inmensa mayoría de la población cuenta con un teléfono móvil con cámara de fotos, donde lo contamos todo por aplicaciones de mensajería instantánea y donde exponemos nuestra vida en las redes sociales, cabe recordar los peligros y sanciones que conlleva difundir imágenes o vídeos de un accidente de tráfico.
Y es que, por mucho que queramos ser los primeros en hacer público un hecho que nos encontremos en la carretera, hay que tener cuidado con lo que estas imágenes pueden suponer para quienes se hayan visto afectados empezando por el derecho a la privacidad y continuando con el derecho al honor.
La DGT ya lo dijo hace unas semanas en sus redes sociales: estaban estudiando el caso de un particular que había difundido imágenes de un herido en un accidente de tráfico “en los últimos momentos de su vida”. Y no es el único caso que han tratado.
Una acción ‘sin maldad’ que te puede llevar a la cárcel
Difundir este tipo de imágenes supone un delito contra la integridad moral sancionado con penas de prisión de entre 6 mees y 2 años. Y eso por no hablar de los peligros y la sanción que conlleva que sea el conductor de un vehículo el que grabe las imágenes con su teléfono móvil. En este caso, la multa será de 200 euros y la pérdida de 6 puntos de carné de conducir.
Pero hay más. También está castigada la publicidad de la ubicación de un radar o control de Tráfico sorpresa pues dejarían de cumplir así su función, en este caso, la sanción varía entre los 601 euros y 30.000 euros pues hay tres grados de gravedad; o la difusión de un coche de la autoridad mal aparcado, pues se entiende que podría participar en algún operativo y con esta difusión no lograría el objetivo con el que partió.
Además, por mucha curiosidad que nos genere saber qué ha sucedido en un accidente, desde Tráfico ya han alertado en varias ocasiones de los peligros que conlleva reducir la marcha para ver la situación en la que se encuentran los vehículos y el trabajo de los asistentes sanitarios.
Lo denominan efecto mirón y conlleva circular muchos metros sin prestar atención a la carretera. No estaríamos atentos a cuanto sucede delante de nosotros y no podríamos frenar en caso de que el vehículos que nos preceda lo hiciera generando una situación de peligro o un posible accidente.