Al viajar debemos revisar que llevamos toda la documentación del vehículo, permiso de circulación, ficha técnica e ITV en regla; que el seguro esté vigente y a corriente de pago, revisar las coberturas de nuestra asistencia en caso de necesitarla, así sabemos a qué atenernos en una emergencia. El caso de la asistencia es importante y, si hay que ampliar la cobertura de la misma, no dudemos, sobre todo si viajamos fuera del territorio nacional y podemos tener un percance en carreteras extranjeras.
Un comité de expertos evaluará qué hacer con los impuestos de matriculación y circulación a partir del primer trimestre del próximo año aunque la medida parece ir enfocada hacia la adaptación por estándares medioambientales.
El plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia creado por el Gobierno a tenor de los fondos europeos Next Generation UE recibidos para hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia del COVID-19 sigue dando de qué hablar. Y es que con la situación del cobro por el uso de las carreteras todavía candente, ahora el Ejecutivo tiene la intención de modificar los impuestos de matriculación y circulación.
Será a partir del primer trimestre del año 2022, o así se lo comunicó a Bruselas hace justamente una semana y que se ha hecho pública en estas últimas horas. Una medida que tiene como objetivo adaptar estas tasas a estándares medioambientales. De esta forma, el Gobierno se pondría en línea con el pensamiento de las diversas asociaciones del automóvil. Y es que tanto Anfac (fabricantes), Faconauto (Concesionarios) como Ganvam (distribuidores) llevan tiempo solicitando que la nueva fiscalidad del automóvil se oriente hacia el objetivo de que el que más use el coche y más contamine, más pague.
Igualmente, el sector reclama que ambos gravámenes se unifiquen y se enfoquen hacia el uso de los vehículos, no hacia su adquisición. En este sentido, las asociaciones siempre han pedido eliminar la figura del impuesto de matriculación, al considerar que, junto con el IVA, suponía una doble imposición a la compra de un vehículo.
En la actualidad, la tasa de matriculación, que está transferida a las comunidades autónomas, grava con entre un 4,75% y un 14,75% la adquisición de vehículos en España que emitan entre 120 y más de 200 g/km de CO2.Por otro lado, el impuesto de circulación (Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica) lo recaudan los ayuntamientos y se abona por parte de los conductores una vez al año, en función, en el caso de los turismos, de la potencia fiscal de los mismos.
La recaudación pública por impuesto de matriculación de vehículos finalizó el año pasado con un importe total de 372,99 millones de euros, un fuerte retroceso del 39,4% en comparación con los 616,13 millones de euros contabilizados en 2019, mientras que en 2019 se ingresaron 2.925 millones de euros por el impuesto de circulación, un 0,7% más.