El Ministerio de Energía creó un Comité de Expertos en la Transición Energética para elaborar un informe detallado sobre los distintos escenarios posibles en nuestro país desde hoy hasta 2030. En esta fecha, el Gobierno se compromete a cumplir con los objetivos impuestos por la Comisión Europea respecto a las fuentes renovables, aunque para ello deben llevar a cabo una reordenación fiscal efectiva. Sin embargo, como informan en El Confidencial, el Ejecutivo todavía se niega a subir los impuestos a los hidrocarburos.
Este comité, presidido por Jorge Sanz, pretende conseguir que dicha reordenación suba el gravamen de los hidrocarburos por ser más contaminantes y reducir así la fiscalidad en el uso de otras energías (o combustibles), como la eléctrica. De este modo, se pretende que el precio de estos carburantes incluya el coste que supone su consumo para la sociedad.
Los expertos proponen abaratar la electricidad un 6,8% y subir los impuestos del diésel un 28,6% para cumplir con las demandas de Bruselas
Este abaratamiento en el consumo de electricidad no pretende ser un “premio” para quienes consumen este tipo de energía, sino que busca un cambio de mentalidad en la sociedad, a fin de que se apueste por la opción más limpia y ecológica. Por tanto, el bajo coste por el consumo de electricidad se puede considerar un incentivo para que los clientes dejen a un lado los hidrocarburos.
Para cumplir con lo que proponen en Europa también tendríamos que subir el impuesto de la gasolina (un 1,8%) y el del Gas Natural (un 5,8%), según estos expertos. No obstante, en el informe han aclarado que el incremento puede presentar algunas excepciones, relacionadas con ciertos sectores y colectivos, como los agricultores, los transportistas…
Así, según expone ABC basándose en informaciones publicadas por Europa Press Televisión, Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, ha asegurado que la subida del 28,6% sobre los impuestos del diésel puede llegar a suponer hasta 10 euros más al consumidor de media cuando vaya a repostar. De este modo, considera que este incremento “supondría un quebranto muy importante en el bolsillo de los consumidores y un retroceso para el sector del automóvil”.
Los impuestos ecológicos en España están muy por debajo de los que se estipulan en el resto del continente. Según afirma El Confidencial, en 2016 la recaudación de nuestro país supuso un 1,85% del PIB, mientras que en la UE consiguieron llegar al 2,44%.
Por esto, desde Bruselas siguen presionando al Gobierno español para que regule nuevas medidas que apoyen la lucha ecológica, que cada vez se está extendiendo más a nivel internacional. De momento, se han generado algunas restricciones para proteger el aire en las grandes ciudades, pero todo apunta a que no conseguirán que España cumpla con los objetivos marcados.
En la actualidad, el Ejecutivo ha descartado subir los impuestos en los hidrocarburos dentro de los Presupuestos Generales del Estado.
Aprueben o no esta subida de precio de los impuestos en los hidrocarburos, lo cierto es que la situación del diésel cada día se enfrenta a más dificultades. Numerosas marcas de la industria del automóvil destinan sus esfuerzos a desarrollar nuevos productos con combustión alternativa, dejando a un lado la producción de coches diésel, ya que cada vez presentan menor demanda.
Volkswagen y BMW , por ejemplo, comprarán aquellos vehículos a los que se prohíba la entrada en las ciudades alemanas que decidan restringir la circulación de los coches diésel, los países europeos ya establecen normativas para prohibir estos automóviles, garantizando la calidad del aire en sus urbes, y se empieza a experimentar un cambio en la mentalidad de los consumidores. Todo ello podría significar el fin de este tipo de combustible y daría más fundamento a la opinión de los expertos.