El precio de la gasolina ha subido un 3,7 % en lo que va de mes y el gasóleo también se ha encarecido un 2,6 % en el mismo periodo, según los datos publicados en el Boletín Petrolero de la Unión Europea. Esto significa que el precio de los combustibles ha alcanzado los niveles más altos desde agosto de 2015.
Entre los factores que han provocado esta subida están las vacaciones de Semana Santa. Durante esos días, la demanda aumentó y las gasolineras aprovecharon para incrementar sus precios.
Si quieres llenar tu depósito, el precio medio del litro de gasolina asciende a 1,257 euros y el del gasóleo a 1,125 euros. Sin embargo, si quieres ahorrar existen aplicaciones que te permiten buscar cuál es la gasolinera más barata. A final de mes, la diferencia de precio entre repostar en una estación o en otra puede ser notable.
Si comparamos los precios con los últimos publicados por la Comisión Europea, antes de Semana Santa, la gasolina ha subido un 1,7 %, mientras que el gasóleo un 1,5 %.
Los precios del combustible empezaron a subir en noviembre, cuando se incrementó el precio del barril de crudo porque la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió reducir su producción. Este acuerdo se hizo efectivo a partir del 1 de enero.
Actualmente, el precio del barril de referencia en Europa, el Brent, cotiza a 51,27 dólares (47,06 euros). Teniendo en cuenta el coste medio del litro de gasolina en las estaciones de servicio, llenar un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina te costaría 69,13 euros. En un depósito del mismo tamaño, si fuera de gasóleo, el llenado ascendería a 61,8 euros.
En España, poner gasolina o gasóleo a tu coche es más económico que en la media de la Unión Europea y la zona euro. El precio de la gasolina Euro-Super 95 está en 1,387 euros y en 1,428 euros, respectivamente. En el caso del gasóleo, son de 1,239 y 1,23 euros, en el mismo orden.
La diferencia de precio se debe a que en España la presión fiscal es menor que la media en los países comunitarios. Sin embargo, los carburantes están sometidos al IVA, tasado en un 21 %, el impuesto especial sobre hidrocarburos y los nuevos gravámenes al biodiésel.