La empresa Tesla vive unas horas para olvidar. Como varios medios han aventurado en las últimas horas, la compañía dirigida por Elon Musk vive un hundimiento con abandono por parte de la tripulación. Un símil más que claro para explicar la complicada situación que se vive dentro del fabricante de automóviles.
Este fin de semana, por ejemplo, ha anunciado su marcha Dave Morton, responsable de Contabilidad, tras solo un mes al frente del departamento; también lo hacía Gaby Toledano, respondable de Recursos Humanos. Al mismo tiempo, el CEO de Tesla aparecía en un programa de radio fumando marihuana y bebiendo whisky. El comportamiento de Elon Musk daba la vuelta al mundo y en poco tiempo Tesla caía en bolsa más de un 5%.
No hay que echar la vista muy atrás para recordar cómo fue la accidentada salida a bolsa de Tesla. Algunos retrasos en la producción de sus modelos más famosos, como el Model 3, provocaron reticencias en Wall Street. Pero lo peor ha llegado ahora: en solo un mes, se ha desplomado un 30% de su valor. Las acciones salieron a la venta 389 dólares; ahora rodean los 261 dólares.
Y, además, Elon Musk está siendo investigado tras varias denuncias de accionistas; al parecer, puede haber estado (presuntamente) jugando con la cotización de su empresa. Las autoridades bursátiles mantienen una investigación abierta para conocer que había detrás del anuncio del emprendedor africano de volver a privatizar Tesla. Al final, parece que todo quedó en una mera declaración de intenciones; pero el pánico cundió.
Por todo esto, la incertidumbre que rodea al futuro de la empresa -que, recordemos, nunca ha dado beneficios- es bastante negativa. El comportamiento de Elon Musk no ayuda a tranquilizar a los inversores. Además, la fuga de los que fueron “fichajes estrella” en la compañía de Palo Alto no hace más que empañar la situación. Veremos si en los próximos días el futuro comienza a verse algo más claro para Tesla .