Minimizar los niveles de emisiones de CO2 y NOX en las ciudades se ha convertido en una verdadera prioridad para todos los países. A nivel europeo, ya se han regulado numerosas medidas restrictivas para los diésel, pero ahora es Francia la que ha dado un paso más para mejorar la calidad del aire presentando su nuevo autobús eléctrico de largo recorrido.
Se trata de un vehículo creado por B.E Green (compañía francesa especializada en la fabricación de coches eléctricos) y FlixBus, que conectará los territorios de París y Amiens.
Realiza un trayecto de largo recorrido: 170 km de distancia que, además, servirán de ejemplo para otros países que trabajan en modificar sus vehículos destinados al transporte colectivo de pasajeros. Es el caso de Alemania, que también presentará su línea de transporte de autobús ecológica a principios de verano. Aunque, en su caso, pretenden que llegue a los 300 km de distancia.
Si analizamos los aspectos más favorables de este nuevo vehículo francés hay que destacar su carácter respetuoso con el medio ambiente. Según publican en B.E Green, el director general de FlexiBus, Yvan Lefranc-Morin, ha señalado que este vehículo de cero emisiones equivale a retirar 30 coches de las carreteras, evitándose unos “7 millones de viajes en automóvil”. Es decir, según comenta, podría reducir hasta 140 toneladas de CO2 en el aire de las ciudades.
Por esta razón, ha asegurado que el autobús eléctrico supone un gran paso en términos de movilidad sostenible, siendo un proyecto vanguardista que “piensa en el transporte del mañana”. Así, confesó que tras este lanzamiento, seguirán trabajando para “proponer nuevos trayectos tanto en Francia como en Europa”.
Además, tal como publica ABC, hablamos de un vehículo que ha tenido una gran aceptación por parte de los conductores. Uno de ellos afirmó: “Lo mejor es el silencio. No hace ningún tipo de ruido”. Así, también se reducirán las cifras de contaminación acústica que presentan las ciudades con más tráfico.
Siguiendo con lo que recogen en este medio, el inconveniente de estos autobuses podría ser su precio. Cuestan 400.000 euros, un 30% más de lo que puede valer el mismo vehículo con combustible gasolina o diésel. Sin embargo, como matizan desde la empresa fabricante, “el coste energético de las piezas y del mantenimiento resulta muy inferior”, si bien no especifican cuánto.
Así, para sus pasajeros, el precio que han estipulado para el trayecto será de 12 euros por persona.